A los lectores: hay que escribirle a Javier Lozano, contra su negligencia en Pasta de Conchos
Acaba de llegar a mi otro blog, El pedote de FeCal, el siguiente mensaje; lo republico aquí porque es la mayor oportunidad que tengo de darlo a conocer a un número más grande de personas. Sé que la comunidad lectora de La Hora del Pueblo, igual que en otras ocasiones, va a apoyar a las viudas de Pasta de Conchos reenviando estas u otras palabras al usurpador de la presidencia, Felipe Calderón; al sujeto que usurpa la Secretaría del Trabajo, Javier Lozano; y a Xavier García de Quevedo, presidente ejecutivo de Minera México, uno de los responsables de la tragedia en la que perdieron la vida 65 mineros el 19 de febrero de 2006. Calderón, Lozano y García de Quevedo pretenden enterrar el caso Pasta de Conchos, pero se niegan a enterrar a los mineros. Quieren dejar los cuerpos en la mina, principalmente porque temen que un examen forense de los huesos confirme que hubo negligencia por parte de Grupo México, así como complicidad entre empresa y gobierno para ocultar la verdad.
Por favor, al redactar su mensaje, sean corteses, aunque sinvergüenzas como Calderón, Lozano y García de Quevedo no se lo merezcan.
La dirección electrónica de Felipe Calderón es:
felipe.calderón.hinojosa@presidencia.gob.mx
La de Javier Lozano:
javier.lozano@stps.gob.mx
La de Xavier García de Quevedo:
xavier.gdequevedo@mm.gmexico.com
El mensaje del anónimo lector dice:
Y uno de los que no tienen vergüenza en México, además del usurpador principal, es Javier Lozano, secretario del Trabajo. Es posible que hoy arremeta definitivamente contra la dignidad de los mineros fallecidos en Pasta de Conchos, dejando sus cuerpos en la mina. Sus familias exigen el rescate para darles sepultura cristiana.
Tanto Grupo México como el gobierno mexicano se amparan en argumentos que no tienen sustento en la realidad: que la mina está derrumbada, que está inundada, que está gaseada, que es peligroso y casi mortal el trabajo para los rescatistas, etc. Mienten. La mina está rehabilitada y reconstruida. En julio de 2007, fueron introducidas, por un grupo de científicos, cámaras de video con láser, las cuales mostraron que no hay ninguna razón técnica para suspender el rescate. Lo único que lo impide es el temor a la verdad. Los huesos hablarán a través de los estudios forenses y quedará al desnudo la verdad de la tragedia y la complicidad de gobierno y empresa en su omisión y negligencia para haber evitado un desenlace fatal.
¡Usted puede ayudarnos!
Enviar el mensaje u otro: ¡RESCATE YA PORQUE AHÍ ESTÁN!
Saludos mi estimado EH…
Hasta aquí llega mi lector. El e-mail que yo (Eratóstenes) envié, está a continuación; quien así lo desee, puede copiarlo, o bien redactar uno diferente, pero, por favor, que ningún lector de La Hora del Pueblo se quede sin escribir. Firmé el mensaje con mi verdadero nombre y lo dirigí a Xavier García de Quevedo, Javier Lozano y Felipe Calderón, en ese orden, que señala sus respectivas posiciones en la jerarquía oligárquica de México.
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Lic. Xavier García de Quevedo
Presidente Ejecutivo de Minera México
Lic. Javier Lozano Alarcón
Secretario del Trabajo y Previsión Social
Lic. Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa
Presente
En nuestro tiempo, la información más importante consigue abrirse paso hasta llegar a ser conocida por la ciudadanía, pese a la mediocre labor que en general realizan los medios llamados “de comunicación”.
Así pues, una cantidad nada despreciable de ciudadanos está enterada de que el Lic. Javier Lozano, actual Secretario del Trabajo y Previsión Social, pretende desatenderse de su responsabilidad de investigar los hechos que desembocaron, el 19 de febrero del año pasado, en la muerte de 65 trabajadores de las minas de carbón operadas por Grupo México en Nueva Rosita, Coahuila.
El pueblo de México, a cuyo mandato está sometido el Lic. Calderón, merece y debe conocer la urdimbre de sucesos de aquel día; debemos saber de las condiciones bajo las cuales solía desarrollarse la tarea de los obreros. El gobierno está obligado, asimismo, a identificar públicamente y castigar a los culpables de negligencia en este caso.
En la carne y los huesos de cada minero fallecido pueden ser encontrados todavía los elementos de juicio que una investigación seria demanda. La mina fue rehabilitada y reconstruida; hace unas semanas, en julio, una expedición científica introdujo cámaras de video que mostraron que no existe ninguna razón técnica para suspender el rescate de los cuerpos.
Por si esto fuera poco, la dignidad humana, que no se pierde ni con la muerte, obliga al gobierno a satisfacer los anhelos de las viudas y los huérfanos, que quisieran darles cristiana sepultura a los trabajadores.
Las viudas han manifestado ya en muchas ocasiones que no descansarán hasta que no quede ninguna duda de lo que ocurrió el 19 de febrero de 2006. Sepan, señores Calderón, Lozano y García de Quevedo, que mientras ellas no descansen, ningún mexicano podrá descansar. Les exijo que cumplan con su deber.
Original post by Eratóstenes Horamarcada
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