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Voto por voto

December 10th, 2007 Posted in Felipe Calderon, partidos, reforma electoral No Comments »

Teodoro Rentería Arróyave
Argenpress
7 de diciembre de 2007

La controvertida Reforma Constitucional Electoral, que por consecuencia crea un renovado Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, ya aprobado por el Senado de la República y seguramente por la de Diputados, es de recibirla con aquiescencia por tres disposiciones fundamentales que evitarán se repitan los graves sucesos del 2006: el recuento del voto por voto, la obligatoriedad de transparencia de los partidos políticos y la remoción escalonada de los consejeros del Instituto Federal Electoral, IFE.

En el primer caso, quedó establecido el recuento del voto por voto en elecciones presidenciales, de diputados y de senadores, cuando la diferencia entre el primero y segundo sea de un punto porcentual o menos, recuérdese que la diferencia comicial entre Felipe Calderón Hinojosa y Andrés Manuel López Obrador fue apenas de 0.52 por ciento, lo que trajo como consecuencia toda la situación de malestar generalizado, que aún complica la vida de la República.

La transparencia en los partidos políticos, es de la mayor trascendencia, puesto que su principal financiamiento lo obtienen de los recursos del Estado. A partir de que la colegisladora, la Cámara de Diputados, apruebe las reformas, los partidos quedan obligado al acceso a la información vía el IFE, para ese cumplimiento, inclusive, se anuló el secreto bancario de los mismos. Es más, se crea con rango constitucional la Contraloría Interna del órgano electoral.

Con respecto de la remoción escalonada de los consejeros del Instituto Federal Electoral, es una de las decisiones más sanas sobre todo con respecto a su composición actual. El principal responsable del desastre del 2006, el consejero presidente, Luís Carlos Ugalde será el primero en ser reemplazado y luego le seguirán otros cinco. A este sujeto de la incongruencia, como ya lo habíamos comentado, no le valió ni su frase chantajista, de que si se acordaba su remoción sería tanto como aceptar que hubo fraude en los comicios presidenciales del 2006.

Tiene razón el principal impulsor de las reformas, Manlio Fabio Beltrones, a la sazón coordinador de la bancada del Partido Revolucionario Institucional y presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, cuando expone, que los legisladores están seguros y comprometidos a que las elecciones del 2009 y 2012 se rijan por un nuevo marco legal y una atmósfera política que impida una crisis como la vivida en el 2006.

A nombre del Partido Acción Nacional, el senador Ricardo García Cervantes, expresó que con las reformas, los partidos tendrán que salir a dar la cara a la ciudadanía con voz, ideología y proyectos para que vayan a pedir el voto de los ciudadanos con candidatos idóneos y que convenzan.

En esa misma línea de transparencia, que obliga ahora a los partidos a la contabilidad de los votos que obtengan aún en coaliciones, el coordinador de la bancada del Partido de la Revolución Democrática, Carlos Navarrete Prida propuso que los partidos que conforman el Frente Amplio Opositor, es decir, el propio PRD, del trabajo y Convergencia decidan formar uno nuevo y representar por tanto en un solo emblema el movimiento de Andrés Manuel López Obrador y su posible nueva candidatura en las elecciones presidenciales del 2012.

Existe, como en toda renovación sustancial, controversia por la Reforma Constitucional Electoral y por el consecuente nuevo Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, sin embargo es de recibirla con aquiescencia por tres disposiciones fundamentales que evitarán se repita la crisis política del 2006: la obligatoriedad de transparencia de los partidos políticos, la remoción escalonada de los consejeros del IFE y, fundamentalmente, el recuento del voto por voto.

Original post by Eratóstenes Horamarcada

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Laberinto político

September 1st, 2007 Posted in Congreso, partidos, reforma electoral, reforma fiscal, Rosa Albina Garavito No Comments »

Rosa Albina Garavito*
El Universal
1 de septiembre de 2007

No sabemos cuál sea el informe sobre el estado general de la administración pública que hoy presente ante el Congreso de la Unión el Presidente de la República, pero la discusión de las semanas previas a esta ceremonia ya nos aportó un fiel retrato de la deplorable situación de la política nacional.

El cumplimiento del artículo 69 constitucional, que obliga al Ejecutivo a presentar dicho informe por escrito, ha exhibido de nuevo la obsolescencia del régimen presidencialista imperante, aderezado además por la crisis de legitimidad del Presidente de la República en turno. De ahí que durante las últimas semanas la discusión se haya centrado en la ceremonia del informe y no en la crítica situación nacional y en las propuestas para resolverla.

La definición sobre el lugar en que el presidente Calderón entregará el documento —a las puertas del recinto legislativo, en otro espacio del mismo o en la tribuna del salón de plenos— ha empeñado las energías de los partidos políticos y del Ejecutivo, energías que podrían haberse dedicado a mejores causas.

En medio de esta batahola, se negocian temas fundamentales para el futuro del país como son la reforma fiscal y la reforma electoral. A estas alturas no sabemos si habrá reforma fiscal antes de que al Congreso llegue la propuesta del Ejecutivo sobre el paquete económico de 2008, mientras que ya se ha presentado la iniciativa de reforma constitucional en materia electoral. Lo que sí sabemos es que el proyecto de reforma hacendaria presentado por el Ejecutivo se ha ido modificando en las discusiones para su dictamen en comisiones, de manera que el modesto incremento de 2.8% en la recaudación tributaria que podría haberse derivado de su aplicación se verá seriamente mermado gracias al poder de los grandes grupos empresariales para mantener los privilegios fiscales que durante décadas han mantenido la carga tributaria como una de las más bajas del mundo (¡9.5%!).

No es casual entonces que México se encuentre en el sótano de los niveles de crecimiento entre los países de América Latina (según datos de la Cepal), junto con Haití y la República de El Salvador.

Pero mientras la capacidad de crecimiento de la economía nacional se deteriora cada día más; mientras los niveles de desempleo aumentan; mientras el campo mexicano transita hacia la guillotina de la apertura total en 2008; mientras el sector industrial se encuentra estancado y los miserables salarios mantienen frenado al mercado interno; y mientras las finanzas públicas son todo menos robustas y transparentes, las fuerzas políticas se desgastaron una vez más en la discusión sobre la obsoleta ceremonia del informe presidencial. Distraídos en ese laberinto, no sólo se soslaya la gravedad de la situación económica, sino también la preocupante ausencia de respeto a los derechos humanos, y el deterioro de la seguridad pública y nacional por el crecimiento de la delincuencia organizada.

Por su parte, el avance de los acuerdos sobre la reforma constitucional en materia electoral, plasmados en la iniciativa presentada el jueves pasado, podrían verse afectados por las condiciones en las que se desarrolle la ceremonia del informe. También por la falta de acuerdo en torno a las modalidades de salida de los actuales miembros del Consejo General del IFE. Por lo pronto, el hecho de que esa definición se haya dejado a la ley secundaria fortalece la posibilidad de impugnación legal de parte de los afectados. No olvidemos que en un sistema de complicidades, cada actor es rehén del otro y el secuestrado permanente es el propio país.

Si bien el extravío en el laberinto de la defensa de sus pequeños intereses es una característica estructural de la clase política mexicana, ésta se ha agravado a consecuencia del periodo que se abrió con la coyuntura electoral de 2006. No haber cumplido con los principios constitucionales de “certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad” en ese proceso electoral marcó con la ilegitimidad el ejercicio del poder presidencial, para colmo en un régimen plenamente presidencialista.

Como las enfermedades incurables, la ilegitimidad de origen no se puede resolver. Lo que sí puede hacerse es que la crisis que ella genera no arrastre al país en su conjunto hacia abismos todavía más profundos. Pero ello requiere generosidad de miras de una clase política para la cual el largo plazo está a cinco años de distancia, con estación previa en 2009.

* Consejera nacional emérita del PRD.

Original post by Eratóstenes Horamarcada

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Laberinto político

September 1st, 2007 Posted in Congreso, partidos, reforma electoral, reforma fiscal, Rosa Albina Garavito No Comments »

Rosa Albina Garavito*
El Universal
1 de septiembre de 2007

No sabemos cuál sea el informe sobre el estado general de la administración pública que hoy presente ante el Congreso de la Unión el Presidente de la República, pero la discusión de las semanas previas a esta ceremonia ya nos aportó un fiel retrato de la deplorable situación de la política nacional.

El cumplimiento del artículo 69 constitucional, que obliga al Ejecutivo a presentar dicho informe por escrito, ha exhibido de nuevo la obsolescencia del régimen presidencialista imperante, aderezado además por la crisis de legitimidad del Presidente de la República en turno. De ahí que durante las últimas semanas la discusión se haya centrado en la ceremonia del informe y no en la crítica situación nacional y en las propuestas para resolverla.

La definición sobre el lugar en que el presidente Calderón entregará el documento —a las puertas del recinto legislativo, en otro espacio del mismo o en la tribuna del salón de plenos— ha empeñado las energías de los partidos políticos y del Ejecutivo, energías que podrían haberse dedicado a mejores causas.

En medio de esta batahola, se negocian temas fundamentales para el futuro del país como son la reforma fiscal y la reforma electoral. A estas alturas no sabemos si habrá reforma fiscal antes de que al Congreso llegue la propuesta del Ejecutivo sobre el paquete económico de 2008, mientras que ya se ha presentado la iniciativa de reforma constitucional en materia electoral. Lo que sí sabemos es que el proyecto de reforma hacendaria presentado por el Ejecutivo se ha ido modificando en las discusiones para su dictamen en comisiones, de manera que el modesto incremento de 2.8% en la recaudación tributaria que podría haberse derivado de su aplicación se verá seriamente mermado gracias al poder de los grandes grupos empresariales para mantener los privilegios fiscales que durante décadas han mantenido la carga tributaria como una de las más bajas del mundo (¡9.5%!).

No es casual entonces que México se encuentre en el sótano de los niveles de crecimiento entre los países de América Latina (según datos de la Cepal), junto con Haití y la República de El Salvador.

Pero mientras la capacidad de crecimiento de la economía nacional se deteriora cada día más; mientras los niveles de desempleo aumentan; mientras el campo mexicano transita hacia la guillotina de la apertura total en 2008; mientras el sector industrial se encuentra estancado y los miserables salarios mantienen frenado al mercado interno; y mientras las finanzas públicas son todo menos robustas y transparentes, las fuerzas políticas se desgastaron una vez más en la discusión sobre la obsoleta ceremonia del informe presidencial. Distraídos en ese laberinto, no sólo se soslaya la gravedad de la situación económica, sino también la preocupante ausencia de respeto a los derechos humanos, y el deterioro de la seguridad pública y nacional por el crecimiento de la delincuencia organizada.

Por su parte, el avance de los acuerdos sobre la reforma constitucional en materia electoral, plasmados en la iniciativa presentada el jueves pasado, podrían verse afectados por las condiciones en las que se desarrolle la ceremonia del informe. También por la falta de acuerdo en torno a las modalidades de salida de los actuales miembros del Consejo General del IFE. Por lo pronto, el hecho de que esa definición se haya dejado a la ley secundaria fortalece la posibilidad de impugnación legal de parte de los afectados. No olvidemos que en un sistema de complicidades, cada actor es rehén del otro y el secuestrado permanente es el propio país.

Si bien el extravío en el laberinto de la defensa de sus pequeños intereses es una característica estructural de la clase política mexicana, ésta se ha agravado a consecuencia del periodo que se abrió con la coyuntura electoral de 2006. No haber cumplido con los principios constitucionales de “certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad” en ese proceso electoral marcó con la ilegitimidad el ejercicio del poder presidencial, para colmo en un régimen plenamente presidencialista.

Como las enfermedades incurables, la ilegitimidad de origen no se puede resolver. Lo que sí puede hacerse es que la crisis que ella genera no arrastre al país en su conjunto hacia abismos todavía más profundos. Pero ello requiere generosidad de miras de una clase política para la cual el largo plazo está a cinco años de distancia, con estación previa en 2009.

* Consejera nacional emérita del PRD.

Original post by Eratóstenes Horamarcada

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El deshonesto Ugalde y sus declaraciones chistosas

August 30th, 2007 Posted in partidos, Reforma, reforma electoral, reforma fiscal No Comments »

Es increíble el cinismo de Ugalde. ¿Le pide honestidad al primer deshonesto de la República? Además, él mismo, el presidente del IFE, ¿no debería haberse comportado antes de manera honesta para tener derecho de exigirle honestidad a los demás? Neta sacas de onda, Ugalde.

Pide Ugalde honestidad a Calderón
Margarita Vega
Reforma
29 de agosto de 2007

Cuestionó que algo tan importante como el Primer Informe de Gobierno se esté negociando, al igual que la reforma fiscal

Ciudad de México (29 de agosto de 2007).- El consejero presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, llamó al Ejecutivo a comportarse con honestidad intelectual y responsabilidad política en la negociación y diseño de la reforma electoral.

—¿Este llamado se puede también extender al Presidente de la República? Porque ya se ha publicado que Presidencia está negociando el Informe a cambio de la cabeza de los consejeros.

“Este llamado de honestidad intelectual, de honestidad política y de responsabilidad con el futuro del País es extensivo a todos los actores políticos dentro del Legislativo y dentro del Ejecutivo que participan en el diseño y finalmente en la aprobación de una futura reforma electoral”, dijo en entrevista al finalizar la sesión ordinaria que celebró el Consejo General del IFE.

Ahí, cuestionó que algo tan importante como el Primer Informe de Gobierno se esté negociando, al igual que la reforma fiscal.

—¿No pierde legitimidad? O se está dando un balazo en el pie el Gobierno de Felipe Calderón al aceptar en una negociación cambiar la cabeza de los consejeros por una reforma fiscal.

“Yo haría dos preguntas que motivan una reflexión para el futuro de la democracia: la primera es saber si la celebración de un Informe de Gobierno, en los términos previstos en la Constitución y con la formalidad que amerita la investidura presidencial puede ser parte de una negociación sobre el futuro y la independencia del Instituto Federal Electoral.

“Y la segunda pregunta que yo hago es si una reforma fiscal tan importante para el futuro social, económico del País, puede estar dependiendo de otra reforma que, siendo importante, no tiene nada que ver con ella, como la reforma electoral”, planteó.

Original post by Eratóstenes Horamarcada

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