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Escalada empresarial en el conflicto minero

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Julio Pomar
Argenpress
1 de agosto de 2007

El conflicto minero, que ha ensombrecido la vida sindical mexicana por la irresponsabilidad rapaz y arrogante del Grupo Minero México, encabezado por el industrial Germán Larrea Mota Velasco, parece estar llegando a momentos muy candentes y peligrosos. En respuesta a las agresiones de este personaje, este lunes 30 de julio el Sindicato Minero anunció el estallamiento, ese mismo día a las 12 horas, de tres huelgas en sendas secciones de la organización, todas ellas contra el referido Grupo México, “ante la constante violación de la empresa minera a los respectivos contratos colectivos de trabajo, principal -pero no únicamente- la falta de seguridad e higiene en sus minas y plantas”. No quiere el organismo sindical que se repita la tragedia de febrero de 2006 en Pasta de Conchos, Coahuila, en que murieron 65 mineros del carbón por la negligencia empresarial.

Pero al mismo tiempo, en respuesta a afirmaciones falsas del Grupo México, el Sindicato Minero desmintió categóricamente lo que la empresa propaló (Diario Milenio, lunes 30) en el sentido de que ha habido deserciones múltiples en las filas del sindicato y que más de 15 mil trabajadores se habían separado de él para integrar “un sindicato independiente”. En una conferencia de prensa muy concurrida, efectuada este mismo lunes 30 en el local sindical de la capital de la República, los dirigentes mineros, entre ellos su secretario de Acción Política, Carlos Pavón Campos, presentaron nada menos que a los 18 secretarios generales seccionales que el Grupo México alegó se habían desmembrado del Sindicato, quienes negaron absolutamente que hubiesen ocurrido las deserciones propaladas y, por el contrario, manifestaron que las provocaciones y agresiones de la empresa han fortalecido, como nunca antes en la historia sindical, la unidad gremial de los trabajadores mineros y metalúrgicos de todo el país.

En informaciones deslizadas por voceros del Grupo México, se había señalado la deserción de esas 18 secciones sindicales, pero sus dirigentes, en las diversas intervenciones ante los representantes de los medios, desmintieron “al impostor Francisco Hernández Gámez” (alias “el sopecito”, ya que “el sope” es el tristemente célebre Elías Morales), que ya se hubiesen adherido a ese supuesto nuevo sindicato, que se hace llamar “independiente”, integrado, dijeron, por “unos cuantos esquiroles al servicio de la empresa y sus intereses”. En lo que los propios dirigentes mineros de las 18 secciones referidas consideraron una escalada de Germán Larrea Mota Velasco contra el sindicato en el conflicto, preparatoria de nuevas acciones empresariales contra la autonomía sindical, hicieron ver que estas tres huelgas no obedecen a un rejuego de respuestas y contra respuestas políticas con el grupo empresarial, sino a las muy inseguras condiciones en que laboran los mineros en esos lugares (secciones 17 de Taxco, Guerrero; 65 de Cananea, Sonora, y 201 de San Martín Sombrerete, Zacatecas) y a que habia llegado el momento de las respectivas revisiones contractuales. “No hay tal ‘venganza’ de Napoleón Gómez Urrutia contra el Grupo México en estas huelgas”, el lunes 30 estalladas; “se trata de una lucha seria y a fondo por mejores condiciones de trabajo de los mineros, que la empresa se ha negado a establecer, con criminal sordera e indiferencia”.

“¿Quieren los señores Larrea y empleados, así como el secretario del trabajo de Felipe Calderón, Javier Lozano, que se repita el homicidio industrial de Pasta de Conchos, Coahuila, donde murieron 65 mineros y cuyos cuerpos aún no han sido rescatados?”, preguntaron los dirigentes sindicales. Acusaron, por enésima ocasión, la actitud prepotente, arrogante, del industrial Larrea Mota Velasco, y el silencio cómplice de la Secretaría del Trabajo ante las demandas sindicales de seguridad en el trabajo. Los dirigentes presentes en la conferencia de prensa, señalaron que han buscado la intervención de la Secretaría del Trabajo “infinidad de veces” para que tome las medidas necesarias en el tema de seguridad e higiene, “sin que hasta el momento se haya recibido ningún planteamiento de la autoridad”. Por eso, afirmaron, “hacemos responsables a la autoridad laboral y a los miembros del Grupo México de cualquier accidente que ocurra”. Abundaron: “El gobierno no puede seguir actuando en contubernio con las empresas en este vital tema; estamos dispuestos a ir a fondo en esta lucha”.

Así, las huelgas estallaron a las 12 horas en Guerrero y Zacatecas y a las 14 horas en Sonora. La sección 201 de Sombrerete, Zacatecas, se refiere a una mina que produce zinc, cobre y concentrados de plomo y plata. La 17 de Taxco, Guerrero, a la producción de plata, plomo y zinc. La sección 65, de Cananea, Sonora, a una mina a cielo abierto que produce concentrados de cobre y cátodos de cobre tanto para exportación como para la industria nacional, así como oro y plata, y es una de las más importantes productoras de cobre a nivel nacional y mundial, ya que tiene reservas comprobadas para más de 50 años, una de las más ricas en todo el planeta.

Germán Larrea Mota Velasco, denunciaron los mineros, mantiene aterrorizados a los trabajadores, para impedirles que participen en actividades sindicales, mediante grupos de choque, despidos injustificados y amenazas, y en una campaña “sucia y cobarde” pretende formar un sindicato blanco y acabar con los contratos colectivos de trabajo, tan esforzadamente erigidos en décadas de esfuerzo sindical. El llamado “sopecito”, Francisco Hernández Gámez, ex trabajador de la sección 65 de Cananea, Sonora, fue expulsado por traición por sus propios compañeros, por corrupto y por venderse servilmente a la empresa Grupo México, y se está prestando a ser el nuevo títere de Larrea.

Es así como va el conflicto minero. La nueva escalada de Larrea contra el sindicato que encabeza Gómez Urrutia, hace ver que aquél pretende repetir con Calderón lo que intentó bajo Fox: descabezar al Sindicato Minero, cancelar las contrataciones colectivas y, mediante “campañas negras” en los medios, sobre todo los televisivos (Larrea Mota Velasco es miembro del Consejo de Administración del monopolio Televisa) confundir a la sociedad para llevar adelante su designio. La decisión de los mineros es no aceptar tales agresiones, para lo cual resistirán cuanto sea necesario, dijeron en la conferencia de prensa. “No nos arredra ni intimida el despliegue de Larrea, sus empleados y sus grupos de choque. Los mineros nos la estamos jugando, como lo hacemos a diario en el trabajo en las minas”, expresaron.

Original post by Eratóstenes Horamarcada


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