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Los gritos

September 16th, 2007 Posted in DF, Jaime Avil, Oaxaca, Rosario Ibarra No Comments »

Notas extraídas de La Jornada de hoy.

Calderón sólo vio el tercio de Zócalo tomado por el EMP
Arturo Cano y Claudia Herrera
La Jornada
16 de septiembre de 2007

* Velos tricolores taparon las fotos de AMLO y a su seguidores que aún quedaban a las 11 de la noche
* Dividida con vallas, la Plaza de la Constitución fue testigo del primer Grito del michoacano
* Montones de bocinas a ras de tierra acallaron vítores tanto de panistas como de lopezobradoristas
Simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador desplegaron ayer en el Zócalo una larga manta en apoyo al “presidente legítimo”, la cual fue tapada con otra, tricolor, por elementos del Estado Mayor Presidencial momentos antes de la ceremonia del Grito de Independencia encabezada por Felipe Calderón Hinojosa; foto: José Antonio López

Corramos un discreto velo sobre la parte pecaminosa de esta fiesta, habría escrito el argumentista de cuentos de monitos. El gobierno de Felipe Calderón borra así, con un discreto velo tricolor, los pocos cartelones y fotos de Andrés Manuel López Obrador que quedan a esa hora, las 11 de la noche, para que en su primer grito zocalero, el panista sólo vea el tercio de la plaza tomado por el Estado Mayo Presidencial.

Sólo eso falta. Porque este 15 de septiembre, Calderón pasa del gasolinazo al bocinazo. Y acá en Palacio Nacional las consignas de los pocos lopezobradoristas que permanecen en la Plaza de la Constitución son sólo un rumor. Es decir, Felipe Calderón, su gabinete e invitados ya no las oyen. Y ahora, gracias a las veinticinco mantas tricolores desplegadas al final del tercio calderonista del Zócalo, justo con el balcón central de Palacio como eje, tampoco los ven.

Es decir, les grito, pero ni los veo ni los oigo, homenaje septembrino y patrio a la originalidad del segundo gobierno del cambio.

El bocinazo les cuesta a todos, porque nadie oye nada. Cuatro enormes grúas cargadas de bocinas son completadas con montones de cubos de sonido puestos como dados a ras de tierra. Retiembla el pavimento; retiembla la plaza, no a cañonazos, sino a bocinazo limpio.

Las mantitas desaparecieron de la vista de los invitados y del presidente Felipe Calderón. Unos cuantos carteles insultantes, algunas fotos de El Peje, unos globos blancos, justo cuando el mandatario hizo su aparición para dar el ortodoxo grito que eligió: los héroes esenciales de la Independencia, y nada más.

“Ahí viene, ahí viene!” “¡Uuuuuuuuhhhh!”, vitorean los invitados especiales no tan especiales, es decir, los que pueden ver el Grito no en los balcones, sino abajo, aunque protegidos por filas interminables de soldados vestidos de civil. Hace un año el clamor zocalero era “voto por voto”. Vicente Fox se había ido con la fiesta a otra parte y la plaza era del “movimiento de resistencia civil”. Ahora los gritos se pierden, incluso los muy pocos favorables.

Cuatro o cinco veces, un pequeño grupo de jóvenes detrás de la primera valla exclama, sobre todo en los breves silencios entre una pieza musical y otra: “¡Felipe, Felipe, Felipe!” Cuando la figura de Calderón asoma en el balcón central, los jóvenes se roban la consigna lopezobradorista: “¡Pre-si-den-te, Pre-si-den-te!” Son pocos y la gente de alrededor no los sigue.

Dividido el Zócalo a la manera de corrales. En la primera parte, pegada a Palacio, están los equipos de sonido, las bandas militares de música, la prensa y los invitados especiales. Tras una primera valla está el grupo de jóvenes gritones. Uno de ellos clama, emocionado: “¡Este sí es el bueno!” Sus amigos lo regañan e intentan corregir: “¡El otro es candidato, el otro es candidato!”

Felipe Calderón cumple el ritual. Toca la campana. Ondea la enseña patria. Los jóvenes lo apoyan aunque no los oiga. Son unos cuantos, pero a ellos sí los ve. Los de atrás han salido de la mirada de los invitados, como Ruth Zavaleta, la presidenta de la Cámara de Diputados, salió de las pantallas el pasado primero de septiembre. Ahora, sin embargo, no podrán decir que fue una falla técnica.

Antes que el cielo se inunde de luces, los jóvenes vuelven a gritar: “¡Viva Felipe Calderón!” “¡Viva!” En medio de ellos levanta el puño derecho y grita con fuerza Mariana Gómez del Campo, presidenta del PAN en el Distrito Federal, y prima de Margarita Zavala, la esposa del Presidente de la República.

¿Lo que las urnas non dan, EMP presta?

Alguna vez, refiriéndose a la cultura política mexicana, Felipe Calderón repitió la vieja frase de que “todos los mexicanos llevamos un priísta dentro”.

Esta noche de Grito parece haber emergido el suyo. Los priístas eran magos en pintar bardas, simular obras, armar fachadas instantáneas para “llenarle el ojo al Presidente”. Caray, hay que reconocer que sí hay cambio.

Hoy los artilugios sirven para que al Presidente no se le llene el ojo de nada, digamos, molesto.

¿Qué gana Felipe Calderón con su guerra de vallas y sonido? Una imagen que ni siquiera las pantallas le regalan, la de un político que puede cumplir con todos los rituales de la Presidencia, así sea a costa de caricaturizar los mismos rituales en que quiere ser consagrado.

Calderón no ha cumplido un año en la silla presidencial y ya ha obsequiado al país un buen número de ceremonias consagratorias de su mando. Pero ¿alguien recuerda su celebración de los primeros 100 días de gobierno? ¿Alguien, fuera del círculo íntimo familiar y partidista, recuerda la conmemoración de su triunfo electoral el pasado 2 de julio? Convencido de que el ritual del Informe presidencial está agotado, Calderón organiza al día siguiente una ceremonia no para informar, sino para relaborar sus promesas de campaña y ensalzar su figura frente a unos cuantos empresarios y los empleados de su gobierno. Todos estos actos han sido posibles, además, gracias a aparatosos despliegues militares y policiacos. Como el de esta noche de Grito.

Lo que las urnas non dan –al menos no a los ojos de algunos millones– el Estado Mayor non presta.

Vallas para los invitados

La seguridad del Presidente y el estilo calderonista igualan clases y posiciones, hay que reconocerlo. Después del Grito, el Presidente baja al patio central de Palacio. Aunque todos son invitados, hay unos más iguales que otros. Y el patio central, con su fuente de Pegaso al centro, está dividida por vallas, como el Zócalo (sólo que las de adentro están forradas de terciopelo). Hay zona presidencial, zona VIP, áreas exclusivas para los militares y otras para el resto de los invitados.

La fiesta es en grande, aunque ya para entonces se ha retirado una invitada especial que compartió el balcón con el gabinete en pleno: la profesora Elba Esther Gordillo. El mariachi de la Secretaría de Marina recibe a Calderón con Caminos de Michoacán. El ballet de Amalia Hernández muestra sus artes. El mariachi Gama 1000 se arranca cuando ya Calderón está sentado con los legisladores Santiago Creel y Cristian Castaño, acompañados de sus respectivas familias.

No hay “besamanos” ni desfile de políticos porque rápidamente el Estado Mayor Presidencial establece un discreto “cerco” para proteger al mandatario de sus invitados. Incluso los meseros se ven en problemas para acercar sopes y quesadillas a las zonas de la very important people.

A las 12:30 el Presidente sigue ahí, celebrando con tequila su primer Grito, su tercio de Zócalo y sus mantas para no ver las escenas incómodas.

Y ojos que no ven… El superasesor presidencial, Juan Camilo Mouriño, se declara feliz y anuncia que el país entero está “tranquilo y en calma”.

Con vivas a los desaparecidos políticos, Rosario Ibarra da el Grito de los libres
Jaime Avilés
* Gobiernos federal y del DF sortean enfrentamiento tras siete horas de negociación
* Miles de personas optan por abandonar el Zócalo para no escuchar a Felipe CalderónMiles de integrantes de la CND permanecieron en el Zócalo durante todo el día y se retiraron casi a las 22 horas; foto: Víctor Camacho

A una propuesta de Jesusa Rodríguez, después de votarla a mano alzada, decenas de miles de personas abandonaron el Zócalo anoche apenas concluyó la ceremonia del Grito de los libres. Fue el final de una larga y tortuosa jornada que empezó el viernes a las dos de la tarde, pero tuvo momentos de alta tensión poco antes del amanecer del sábado.

Siete horas de negociación entre representantes de los gobiernos federal y capitalino produjeron un acuerdo para poner fin a la guerra de los equipos de sonido que había ensordecido a la multitud desde las dos de la tarde. Sin embargo, el pacto fue roto pasadas las nueve de la noche por la gente de Palacio Nacional, que subió al máximo el volumen de sus poderosas bocinas para tratar de sofocar las palabras que desde el templete ubicado ante el hotel Majestic tachaban a Felipe Calderón de “espurio”, “pelele” y “ratero”.

Lo convenido era que el Grito de los libres se desarrollaría sin obstáculos de nueve a 10 de la noche, y que de 10 a 11 la plaza quedaría a disposición del gobierno federal, culminando con el otro Grito, tras el cual ambos bandos ocuparían el cielo con sus artificios de pirotecnia.

Pero la historia viene de mucho más atrás. El Estado Mayor Presidencial ocupó la cuarta parte del Zócalo ante la fachada de Palacio Nacional desde el viernes de la semana anterior. A lo largo de ocho días hubo un forcejeo permanente entre los custodios de esa frontera y de los usuarios y expositores de una feria artesanal organizada por la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, que ocupaba el resto de la plancha.

El temor de los militantes de la Convención Nacional Democrática (CND) era que la noche de anteayer viernes el EMP intentara adueñarse de toda la Plaza Mayor, por lo que desde las dos de la tarde de ese día aparecieron dos docenas de tiendas de campaña ante las rejas de la absurda línea Maginot.

Durante la noche los refuerzos se multiplicaron en la medida que la Policía Federal Preventiva (PFP) y los soldados incrementaran su presencia dentro y delante del palacio, todo ello mientras en una y otra orilla de la plaza eran edificados los escenarios para las respectivas ceremonias.

Duelo de bocinas

Para el grito de Felipe Calderón, la firma OCESA trajo el equipo de sonido considerado más potente de América Latina, que colgó en impresionantes torres de bafles desde las plumas de media docena de grúas. Las pruebas de audio efectuadas el viernes por la noche barrían toda la superficie del Zócalo y no le permitían a la gente ni siquiera hablar.

Ante esto, Marcelo Ebrard sacó la casta y mandó traer dos equipos de sonido que en conjunto superaron por algunos cuantos decibeles al de OCESA, cosa que irritó sobremanera al Estado Mayor Presidencial.

Tanto así, que el sábado a las cuatro de la mañana contingentes de la PFP armados con escudos, toletes, cascos, rodilleras y hombreras, como si fueran a una gesta en defensa de Ulises Ruiz, rodearon súbitamente las torres de sonido del GDF, lo que hizo salir de sus tiendas de campaña y sarapes a cerca de mil 500 militantes de la CND que de inmediato se subieron al escenario colocado ante el hotel Majestic y se dispusieron a defenderlo con sus cuerpos, mientras mensajes de teléfono celular daban aviso a los blogs de la Resistencia Civil Pacífica, que a su vez comenzaron a emitir llamados a que toda la gente que pudiera se dirigiera en ese momento al Zócalo “para defender la plaza, desde adentro o desde afuera” como lo pidió, por ejemplo, el del Sendero del Peje.

Entonces la intervención de los granaderos de la policía capitalina se desplegó a prudente distancia, lo que obligó a los de la PFP a replegarse a Palacio Nacional poco después de las cinco de la mañana. Pero entonces vino la contraofensiva. Alrededor de las siete, como en un extraño juego de ajedrez, el GDF adelantó seis grúas con sus respectivas torres de bocinas hasta el centro de la plaza, alineadas a la izquierda y a la derecha del astabandera y a pocos metros de las torres de altavoces de OCESA, lo que produjo una imagen de batalla medieval, sólo que en lugar de catapultas las armas apuntadas frente a frente eran grúas con bocinas.

Tres horas después, los de la PFP regresaron al Zócalo y rodearon las grúas capitalinas, lo que revelaba profunda indignación de los calderónicos que habían perdido su ventaja tecnológica debido al movimiento estratégico del adversario. Esto puso en alerta de nuevo a la CND, cuyos militantes temieron que los del bando opuesto trataran de cortar los cables o echaran a perder con cubetazos de agua los sistemas electrónicos de las bocinas de vanguardia.

Pero de nuevo la calma se restableció en breve, para dar paso a lo que sería una verdadera tortura para miles y miles de personas durante las horas siguientes, cuando ambos equipos de sonido se enfrascaron en un duelo de músicas y discursos que por momentos era sin duda alguna enloquecedor, pero como no podía ser de otra manera, le deparó ganancias adicionales a Carlos Slim, porque las farmacias de los Sanborns aledaños hicieron su agosto en septiembre vendiendo tapones para los oídos.

En ese contexto comenzó una negociación entre representantes de los dos mariscales de campo, que se prolongó desde las dos de la tarde hasta las ocho y media de la noche, cuando convinieron que el Grito de los libres silenciaría las bocinas de Calderón de nueve a diez de la noche.

Entonces, en una jugada imprevista, Jesusa Rodríguez, Froylán Yescas, Rafael Hernández, Ricardo Ruiz y los integrantes del “gabinete legítimo” de Andrés Manuel López Obrador ocuparon el escenario del GDF e iniciaron la ceremonia del Grito de los libres, con consignas de apoyo a Andrés Manuel y lluvias de epítetos negativos contra Calderón. Éste demostró que no era capaz de aguantar que le gritaran “pelele”, “espurio” y “ratero”, a lo que respondió mandando al escenario a una muchacha de aspecto típicamente panista, con cara y voz de vinagrillo, lo más parecido a Gabriela Cuevas, quien sirviéndose de toda la potencia de las bocinas de OCESA disparó sobre el Zócalo sus horripilantes notas canoras, con lo que la batalla del ruido que se había verificado en la tarde se reanudó, pero esta vez con el Zócalo repleto de poco menos de 100 mil personas que quedaron atrapadas entre dos fuegos, la mayoría de las cuales sin embargo se esforzaba por contrarrestar las vociferaciones de la panista, coreando a todo pulmón el segundo apellido de López Obrador, mientras Jesusa desde el templete del hotel Majestic se desgañitaba recordando al público que Calderón no había atraído al Zócalo a nadie que tuviera ganas de apoyarlo, y que detrás de las vallas había 5 mil aspirantes a la Policía Federal Preventiva, a quienes para hacer méritos el gobierno federal los citó en el Zócalo desde las seis de la mañana.

En punto de las 9:45 de la noche, tal como había quedado establecido en el acuerdo que Calderón rompió, la senadora Rosario Ibarra de Piedra, designada por la CND, pronunció la arenga del Grito de los libres, y fue en ese único instante cuando la esperpéntica música panista desde el otro lado de la plaza desapareció.

“¡Vivan los héroes que iniciaron la lucha por darnos patria y libertad!”, exclamó la vieja e invencible luchadora regiomontana, antes de pedir vivas para Miguel Hidalgo, Josefa Ortiz de Domínguez, José María Morelos, Leona Vicario y, subrayadamente, “los presos y desaparecidos políticos que dieron todo por la libertad de este país”, palabras que cerraron de emoción la garganta de miles, pues en ellas estaba implícito el recuerdo del joven guerrillero Jesús Piedra Ibarra, secuestrado en 1975 por el gobierno de Luis Echeverría.

Y entonces, una vez que una débil campanita como de sacristía sonó varias veces con timidez, el Grito de los libres llegó a su fin, y Jesusa Rodríguez retomó el micrófono para hacer las siguientes preguntas: “¿Nos vamos o nos quedamos?”, tras lo cual argumentó la conveniencia de que la multitud se retirara “para que se quede solo el pelele y la banda de mafiosos que están en Palacio Nacional”. Por notoria mayoría se aprobó la retirada que, a querer o no, marca un hito en la historia de México, pues hasta donde esta crónica recuerda, nunca había acontecido en un 15 de septiembre algo así.

Pero lo más importante es que esas decenas de miles de seguidores de López Obrador que aceptaron la oferta de la prudencia, abandonaron el Zócalo lamentando en lo más profundo del corazón que su propia grandeza política los obligara a desperdiciar la ocasión de pronunciar una mentada de madre masiva, con la que llevaban soñando sin duda largos meses. Ahora, la próxima cita para la CND de nuevo en el Zócalo será el 20 de noviembre y con la participación estelar de quien al menos la mitad de los electores de este país considera el verdadero presidente de México.

Libertad e igualdad, causas a las que debemos ser leales, asegura Ebrard
Ángel Bolaños Sánchez
Llama a participar en la redacción de la Constitución local para presentarla el año próximo
Marcelo Ebrard y su esposa encabezaron los festejos en el antiguo ayuntamiento; foto: Francisco Olvera

Al restablecer para la ciudad de México la ceremonia conmemorativa del inicio de Independencia, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, reivindicó el derecho de la entidad a decidir su propio destino, y convocó a la los capitalinos y a los poderes Legislativo y Judicial a participar en la redacción de una Constitución local, para presentarla el próximo año.

Indicó que las causas esenciales de los insurgentes fueron dos: libertad e igualdad, y esas son las que identifican su programa de gobierno, y el mejor homenaje que se puede hacer a quienes iniciaron el movimiento libertador es ser leales a esos principios, traduciéndolos en políticas públicas.

“Se busca que haya igualdad de derechos como fundamento, como base de relaciones políticas institucionales favorables a la ciudad y que partan del supuesto de que la capital ha elegido a su gobierno y que su programa no esté sujeto a ninguna otra condición más que el mandato que hemos recibido y que es el que vamos a acatar durante los seis años de gobierno”, expresó.

Ayer, la apertura al público del edificio del Antiguo Palacio del Ayuntamiento y su salón de cabildos, desde las 15:30 horas, añadió un nuevo atractivo a las fiestas patrias en el Zócalo –a diferencia del inaccesible Palacio Nacional–, al que llegó la gente a pesar de que las críticas del mandatario capitalino contra el operativo que comenzó a montar desde hace una semana el gobierno federal no impidieron que ayer toda la plancha del Zócalo y sus accesos fueran cercados y militarizados por el Estado Mayor Presidencial.

Los patios oriente y poniente del histórico inmueble que en sus inicios, desde el sigllo XVI, fue tienda, cárcel, carnicería mayor y alhóndiga, fue semidestruido en un motín de indios contra el virrey en 1692, y desde 1997 alberga la sede de la jefatura de Gobierno, se transformaron en salas de estar con sillas y mesas, mientras que sus muros fueron decorados con luces y pendones tricolores; allí la gente pudo descansar y degustar bocadillos mientras bebía agua de tamarindo y escuchaba a un grupo de guitarras y violines.

Como hace 181 años por primera vez y 79 por última ocasión, el salón de cabildos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento volvió a ser testigo de una sesión solemne que congregó, además de los funcionarios del gabinete y a los de la pasada administración que hoy forman parte del “gobierno legítimo” de Andrés Manuel López Obrador, como Bernardo Bátiz, José Agustín Ortiz Pinchetti, Asa Cristiana Laurel, Martha Pérez Bejarano y Laura Itzel Castillo, junto con diputados locales, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos local, Emilio Alvarez Icaza, y del Tribunal Superior de Justicia, José Guadalupe Carrera, mientras que la gente colmó los patios en el momento de la ceremonia, acompañando las palabras del jefe de Gobierno con trompetas y aplausos.

El acto central lo inició el presidente de la Comisión para los Actos Conmemorativos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, Enrique Márquez, narrando el episodio de la captura y disolución del primer movimiento independentista encabezado por Francisco Primo de Verdad y Ramos.

En tanto, la Secretaría de Cultura capitalina, con su programa de actividades, devolvió también a la Alameda Central parte del protagonismo que tenía en las fiestas patrias como el sitio que originalmente convocaba a la gente para celebrar. En el Hemiciclo a Juárez se montó un “cuadro viviente de la Independencia” con actores caracterizando a los personajes clave del movimiento insurgente: Hidalgo, Guerrero, Matamoros y Allende.

Ebrard, anoche, no dejó pasar la ocasión para pronunciarse en contra de la cuasimilitarización del Zócalo: “no se puede seguir pensando el futuro de México asumiendo la subordinación de la ciudad y de sus derechos como condición, y eso es lo que estamos viviendo el día de hoy”, señaló.

Indígenas, obreros y migrantes, en el Grito de Independencia de AMLO
Ciro Pérez Silva (Enviado)
Sólo el pueblo podrá abolir el régimen corrupto, dice en la ceremonia de Oaxaca
¡Que no crea el pelele que tiene de su lado a los militares y a sus familias!, afirma
Andrés Manuel López Obrador durante el Grito en San José Tenango; foto: La Jornada

San José Tenango, Oax. 15 de septiembre. En punto de las 23 horas, desde este lejano municipio de la sierra mazateca, Andrés Manuel López Obrador lanzó al aire el Grito de la Independencia con la advertencia de que sólo se podrá abolir el régimen de corrupción a través del pueblo y para el pueblo.

Enarbolando la bandera nacional, López Obrador convocó a los indígenas reunidos en la plaza de este municipio a desterrar la discriminación, el odio, la desigualdad y la codicia porque en México, aseveró, “¡debe haber patria para todos!, ¡arriba los pobres, abajo los privilegios!”.

Antes de mencionar a los padres de la patria, lanzó vivas a los indígenas, a los campesinos, obreros, migrantes, artistas, maestros, profesores, sectores productivos y estudiantes en medio del aplauso mazateco.

Nombró luego a Hidalgo, a Josefa Ortiz de Domínguez, a Morelos, a Juárez, a los hermanos Flores Magón, a Francisco I. Madero, a Villa, a Zapata y al general Lázaro Cárdenas del Río, vitoreó también a los héroes anónimos y a los asesinados por defender las causas populares y demandó la libertad de los presos políticos, fue una arenga que resonó en la explanada, en las milpas y en el cerro de esta comunidad y que hizo, por un momento, especiales a los mazatecos y al mismo tiempo iguales al resto de los mexicanos.

A esta inusual fiesta llegaron por millares y se quedaron aquí hasta las primeras horas de la madrugada en medio de cohetones, música, banderas, confeti y de los 6 mil tamales que se prepararon para la ocasión, fueron momentos para la anécdota de aquellos que desde aquí partieron a la ciudad de México y se sumaron a aquellas concentraciones en el Zócalo posteriores al 2 de julio y de las que a partir de hoy correrán por estas tierras luego de estas inusuales fiestas patrias para los mazatecos.

Antes, en Huautla de Jiménez, la ciudad de las nubes, López Obrador dio también un grito adelantado de Independencia y denunció que es inaceptable que haya en México funcionarios, como los ministros de la Corte, que devenguen salarios de más de 500 mil pesos mensuales o que los ex presidentes reciban pensiones millonarias mientras la pobreza lacera al país.

Aseveró que es fundamental una transformación política y económica en México, tan trascendente como lo fueron en su momento los movimientos de Independencia, Reforma y Revolución, “una transformación por la vía pacífica, sin violencia, con una revolución de las conciencias”.

En la plaza principal de este municipio llamó a que este cambio sea de fondo, de raíz, porque México no puede continuar con la misma política económica ni con la misma actitud política, “tenemos que cambiarlo ya, antes de que nos dejen un país empequeñecido, sin posibilidad alguna de recuperarse, tenemos que organizarnos y cambiar ya”.

“Calderón no merece respeto”

Al mediodía, en Teotitlán de Flores Magón, López Obrador había señalado ya que este 15 de septiembre habría dos gritos de Independencia: en el Zócalo “el del usurpador, y en San José Tenango el de las mujeres y los hombres libres, de los que quieren que haya un cambio en el país”.

En esta tierra que lleva el nombre de esos luchadores sociales, comentó que en la ciudad de México Felipe Calderón había iniciado los preparativos para conmemorar un aniversario más del inicio de la Independencia de México, llenando de soldados y vallas la plancha del Zócalo; “esto lo hace porque no ha podido legitimarse; desde aquí, saludo a los miembros del Ejército Mexicano, porque muchos, sobre todo los de abajo, están con nosotros, ¡que no se crea el pelele de Calderón que tiene de su lado a los militares y a sus familias!”, aseveró.

López Obrador recordó entonces que, como el resto de los mexicanos, aquí se padecen los efectos de una crisis económica que se agravará con el incremento a la gasolina y el diesel “que propuso el usurpador al Congreso, y que aprobaron los priístas y los panistas, las cosas no marchan bien en nuestro país, ni en lo político ni en lo económico”.

Aseguró que Felipe Calderón “no merece respeto, porque no respeta al pueblo de México, así lo saben ahora quienes se dejaron engañar en las elecciones del 2 de julio de 2006, cuando les prometió bajar el costo de la gasolina, ahora todo va a subir, los productos, los pasajes, además de que seguirá sin haber empleos para los mexicanos, tampoco hay apoyo para los campesinos, que cada vez compran más caro y lo que producen lo venden más barato”.

Entonces mencionó que apenas ayer, durante su visita a San Felipe Usila, la comunidad de ese municipio esperaba el arribo de los cuerpos de dos jóvenes, quienes murieron en el intento de cruzar la frontera hacia Estados Unidos en busca de las oportunidades de empleo que México no les dio.

“No queremos que se mantenga esta monstruosa desigualdad, donde unos cuantos lo tienen todo y la mayoría no tiene nada, no es justo, no es humano, no es cristiano, es necesario que nos apresuremos a cambiar este régimen que nos afecta a todos”, insistió.

Dijo que este es justamente el propósito de celebrar el Grito de Independencia en esta comunidad y el de haber recorrido los días previos a las fiestas patrias las regiones de la Cuenca y de La Cañada, en las que conviven nahuas, mazatecos y chinantecos, “para refrendar nuestro compromiso con la gente pobre, con la gente humilde. No debemos olvidar que es tierra de luchadores sociales que pelearon por la justicia, lucharon por la independencia y por los desposeídos, no debemos olvidar que había magonistas en Cananea y en Río Blanco”.

Insistió en que el cambio no se va a dar “de arriba para abajo” porque al “gobierno usurpador no le importa ni el país ni su gente, y por eso es este movimiento. No es que seamos rebeldes sin causa, tampoco que queramos buscar el poder por el poder, sino de que las cosas cambien en favor de los mexicanos; de este movimiento depende que podamos sacar al país de la pobreza y la marginación”, dijo.

Original post by Eratóstenes Horamarcada

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Los dos ‘Gritos’ en el Zócalo: oficialistas y opositores juntos

September 15th, 2007 Posted in DF, Oaxaca, Rosario Ibarra No Comments »

Elia López Yebra
Univision Online
14 de Septiembre de 2007

El Zócalo de la Ciudad de México es escenario para las fiestas patrias.

CIUDAD DE MÉXICO – “Nosotros vamos a dar ‘El Grito’ en el Zócalo, venimos a representar a nuestro ‘Presidente Legítimo’ Andrés Manuel López Obrador y no cederemos a la imposición de un espurio como lo es Felipe Calderón”.

De esta manera Ramón Tapia, militante izquierdista simpatizante del Partido de la Revolución Democrática (PRD), al que pertenece López Obrador, expresó su inconformidad con el anuncio del presidente Calderón de dar el Grito de Independencia desde el Palacio Nacional.

Expectativa por celebración

Tapia, que dice representar a millones de mexicanos, expresó a Univision Online que “si Calderón quiere hacerlo, que lo haga, pero nosotros no nos moveremos de aquí, porque él nos robó la presidencia a todos los mexicanos y si quiere respeto, que nos respete”, comentó.

Lo cierto es que todo está listo para que los mexicanos celebren el 198 aniversario de su Independencia, con un show adicional en el Zócalo capitalino, protagonizado una vez más por oficialistas y la oposición.

La ceremonia oficial será a las 23:00 horas -tiempo local- y se espera la concurrencia de miles de citadinos a celebrar las fiestas patrias en el Zócalo.

Dispositivo de seguridad

El ambiente festivo se torna un poco tenso ante el fuerte dispositivo de seguridad en torno a Palacio Nacional por parte de las autoridades federales, que desplegaron a la Policía Federal Preventiva y elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP), lo cual ha sido criticado por los seguidores de López Obrador, quienes se disponen a realizar una verbena popular.

“Nosotros estaremos desde el 14 toda la noche para los preparativos de la verbena popular del 15. Todos aquellos que quieran venir a pasar con nosotros las fiestas patrias serán bienvenidos”, dijo otro militante izquierdista.

La Convención Nacional Democrática, donde participan los seguidores de López Obrador tienen todo preparado para instalarse desde el 14 de de septiembre para la celebración, aunque el autonombrado ‘presidente legítimo’ no estará presente, ya que él celebrará las fiestas patrias en el sureño estado de Oaxaca.

“La que va a dar ‘El Grito de los libres’ es la compañera Rosario Ibarra de Piedras; nosotros estamos aquí [en el Zócalo] para exigir que nos regresen la presidencia que nos fue robada a la mala, estaremos en plantón permanente hasta que renuncie el espurio [Calderón]”, expresó Ramiro Gómez, uno más de los seguidores del PRD.

“Tenemos que sacar al presidente o que renuncie, el pueblo pide que renuncie y no descansaremos hasta lograrlo”, precisó.

Gómez repartía propaganda a favor de López Obrador en el Zócalo, mientras comentaba que es una lucha pacífica la que tienen, por lo que los capitalinos no deben temer en acudir a la Plaza de la Constitución y celebrar la Independencia.

Espíritu patrio y festivo

Los capitalinos disfrutan desde hace una semana de exposiciones culturales y gastronómicas en la plancha del Zócalo, así como de juegos mecánicos, principalmente para los niños que lucían su rostro pintado con los colores patrios (verde, blanco y rojo).

Aunque el EMP reforzó el cerco seguridad en torno a Palacio Nacional, para garantizar que el presidente Calderón encabece la ceremonia oficial, el espíritu festivo está presente.

“Yo cada año vengo con mi familia al ‘Grito’ que da el presidente, bueno está será la primera vez que lo haga Calderón. Es una fiesta del pueblo y nosotros somos parte de él y no hay fecha más importante que la del 15 de septiembre”, comentó Ernesto Hernández, mientras sus hijos disfrutaban de la feria.

Mientras unos gozan de los juegos mecánicos, otros degustaban los platillos típicos, como enchiladas de mole, tostadas, tacos, pozole, quesadillas y pambazos.

Para la señora Josefina Villeda, la fiesta del ‘Grito’ no debe de estar peleada entre partidos ya que una fiesta de todos los mexicanos.

“Yo no soy perredista, pero tampoco es justo que el presidente Calderón ordene el cierre de calles aledañas al Zócalo todo porque teme que no lo dejen dar ‘El Grito’, yo quería venir el 15 pero con esto hasta me da miedo”, aseveró.

Aceptar la derrota

Los seguidores del presidente Calderón afirman que no temen que los opositores estén en el mismo lugar.

“Los simpatizantes de López Obrador solamente hacen el ridículo, pues el verdadero presidente es Felipe Calderón Hinojosa, aunque no lo quieran reconocer. Nosotros venimos a apoyarlo”, comentó el señor Josué Navarrete, quien dijo ser seguidor del conservador Partido Acción Nacional (PAN).

Para la señora Guadalupe González los perredistas ya hartaron a la gente y deben aceptar que su candidato perdió, por lo que deberían dejar de lado el partidismo en la patria.

“Hasta ellos mismos se creen su teatro de que su ‘presidente legítimo’ ganó las elecciones…eso no es verdad, pero no pueden aceptar la derrota y en la democracia hay perdedores y ganadores, a ellos les tocó quedar fuera. Al único que corresponde dar El Grito de Independencia es al presidente Calderón”, expresó.

Otro seguidor del partido conservador, al que pertenece el mandatario mexicano, dijo que lo único que conseguirá la Convención Nacional Democráticas es desprestigiar más a la izquierda.

“A los mexicanos nos gusta destacar nuestro espíritu patrio y eso de que quieran ensombrecer la fiesta del 15 no nos gusta. Yo no iré al Zócalo, veré el grito desde mi casa, pero si les pido a los perredistas que se dejen de juegos sucios y que dejen al presidente Calderón trabajar en paz”, comentó el señor Ricardo Romero.

En las pasadas elecciones presidenciales del 2 de julio del 2006, Felipe Calderón superó con una minima ventaja a López Obrador.

Perredistas o no, los mexicanos celebran el 15 de septiembre su principal fiesta patria, donde no puede faltar el tequila, el pozole y los sombreros de charro.

Original post by Eratóstenes Horamarcada

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Los dos ‘Gritos’ en el Zócalo: oficialistas y opositores juntos

September 15th, 2007 Posted in DF, Oaxaca, Rosario Ibarra No Comments »

Elia López Yebra
Univision Online
14 de Septiembre de 2007

El Zócalo de la Ciudad de México es escenario para las fiestas patrias.

CIUDAD DE MÉXICO – “Nosotros vamos a dar ‘El Grito’ en el Zócalo, venimos a representar a nuestro ‘Presidente Legítimo’ Andrés Manuel López Obrador y no cederemos a la imposición de un espurio como lo es Felipe Calderón”.

De esta manera Ramón Tapia, militante izquierdista simpatizante del Partido de la Revolución Democrática (PRD), al que pertenece López Obrador, expresó su inconformidad con el anuncio del presidente Calderón de dar el Grito de Independencia desde el Palacio Nacional.

Expectativa por celebración

Tapia, que dice representar a millones de mexicanos, expresó a Univision Online que “si Calderón quiere hacerlo, que lo haga, pero nosotros no nos moveremos de aquí, porque él nos robó la presidencia a todos los mexicanos y si quiere respeto, que nos respete”, comentó.

Lo cierto es que todo está listo para que los mexicanos celebren el 198 aniversario de su Independencia, con un show adicional en el Zócalo capitalino, protagonizado una vez más por oficialistas y la oposición.

La ceremonia oficial será a las 23:00 horas -tiempo local- y se espera la concurrencia de miles de citadinos a celebrar las fiestas patrias en el Zócalo.

Dispositivo de seguridad

El ambiente festivo se torna un poco tenso ante el fuerte dispositivo de seguridad en torno a Palacio Nacional por parte de las autoridades federales, que desplegaron a la Policía Federal Preventiva y elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP), lo cual ha sido criticado por los seguidores de López Obrador, quienes se disponen a realizar una verbena popular.

“Nosotros estaremos desde el 14 toda la noche para los preparativos de la verbena popular del 15. Todos aquellos que quieran venir a pasar con nosotros las fiestas patrias serán bienvenidos”, dijo otro militante izquierdista.

La Convención Nacional Democrática, donde participan los seguidores de López Obrador tienen todo preparado para instalarse desde el 14 de de septiembre para la celebración, aunque el autonombrado ‘presidente legítimo’ no estará presente, ya que él celebrará las fiestas patrias en el sureño estado de Oaxaca.

“La que va a dar ‘El Grito de los libres’ es la compañera Rosario Ibarra de Piedras; nosotros estamos aquí [en el Zócalo] para exigir que nos regresen la presidencia que nos fue robada a la mala, estaremos en plantón permanente hasta que renuncie el espurio [Calderón]”, expresó Ramiro Gómez, uno más de los seguidores del PRD.

“Tenemos que sacar al presidente o que renuncie, el pueblo pide que renuncie y no descansaremos hasta lograrlo”, precisó.

Gómez repartía propaganda a favor de López Obrador en el Zócalo, mientras comentaba que es una lucha pacífica la que tienen, por lo que los capitalinos no deben temer en acudir a la Plaza de la Constitución y celebrar la Independencia.

Espíritu patrio y festivo

Los capitalinos disfrutan desde hace una semana de exposiciones culturales y gastronómicas en la plancha del Zócalo, así como de juegos mecánicos, principalmente para los niños que lucían su rostro pintado con los colores patrios (verde, blanco y rojo).

Aunque el EMP reforzó el cerco seguridad en torno a Palacio Nacional, para garantizar que el presidente Calderón encabece la ceremonia oficial, el espíritu festivo está presente.

“Yo cada año vengo con mi familia al ‘Grito’ que da el presidente, bueno está será la primera vez que lo haga Calderón. Es una fiesta del pueblo y nosotros somos parte de él y no hay fecha más importante que la del 15 de septiembre”, comentó Ernesto Hernández, mientras sus hijos disfrutaban de la feria.

Mientras unos gozan de los juegos mecánicos, otros degustaban los platillos típicos, como enchiladas de mole, tostadas, tacos, pozole, quesadillas y pambazos.

Para la señora Josefina Villeda, la fiesta del ‘Grito’ no debe de estar peleada entre partidos ya que una fiesta de todos los mexicanos.

“Yo no soy perredista, pero tampoco es justo que el presidente Calderón ordene el cierre de calles aledañas al Zócalo todo porque teme que no lo dejen dar ‘El Grito’, yo quería venir el 15 pero con esto hasta me da miedo”, aseveró.

Aceptar la derrota

Los seguidores del presidente Calderón afirman que no temen que los opositores estén en el mismo lugar.

“Los simpatizantes de López Obrador solamente hacen el ridículo, pues el verdadero presidente es Felipe Calderón Hinojosa, aunque no lo quieran reconocer. Nosotros venimos a apoyarlo”, comentó el señor Josué Navarrete, quien dijo ser seguidor del conservador Partido Acción Nacional (PAN).

Para la señora Guadalupe González los perredistas ya hartaron a la gente y deben aceptar que su candidato perdió, por lo que deberían dejar de lado el partidismo en la patria.

“Hasta ellos mismos se creen su teatro de que su ‘presidente legítimo’ ganó las elecciones…eso no es verdad, pero no pueden aceptar la derrota y en la democracia hay perdedores y ganadores, a ellos les tocó quedar fuera. Al único que corresponde dar El Grito de Independencia es al presidente Calderón”, expresó.

Otro seguidor del partido conservador, al que pertenece el mandatario mexicano, dijo que lo único que conseguirá la Convención Nacional Democráticas es desprestigiar más a la izquierda.

“A los mexicanos nos gusta destacar nuestro espíritu patrio y eso de que quieran ensombrecer la fiesta del 15 no nos gusta. Yo no iré al Zócalo, veré el grito desde mi casa, pero si les pido a los perredistas que se dejen de juegos sucios y que dejen al presidente Calderón trabajar en paz”, comentó el señor Ricardo Romero.

En las pasadas elecciones presidenciales del 2 de julio del 2006, Felipe Calderón superó con una minima ventaja a López Obrador.

Perredistas o no, los mexicanos celebran el 15 de septiembre su principal fiesta patria, donde no puede faltar el tequila, el pozole y los sombreros de charro.

Original post by Eratóstenes Horamarcada

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Coicoyán, el inframundo

August 26th, 2007 Posted in Oaxaca, pobreza No Comments »

Érika Ramírez
Contralínea
2a quincena de agosto de 2007
Fotos: David Cilia

En el municipio más pobre del país, las enfermedades curables y el cáncer socavan la vida de sus habitantes. Contrario a la promesa de erradicar la miseria que hizo el expresidente Vicente Fox, los indígenas de Coicoyán de las Flores subsisten abandonados, sin caminos ni atención médica
Coicoyán de las Flores, Oaxaca. Bernardino Pineda Ortiz apenas había cumplido 12 años cuando los médicos del Hospital General de Oaxaca Aurelio Valdivieso lo desahuciaron, después de extraerle un tumor cerebral. El niño quedó imposibilitado de todas sus facultades y con los músculos de sus extremidades atrofiados. Volvió a ser un bebé, dice Valeria Ortiz, su madre.

Hace seis años, comenzó a sufrir dolores de cabeza que se agudizaron poco a poco. En la comunidad de El Jicaral, la más alejada de la cabecera municipal, no hubo médico que le atendiera ni diagnosticara el mal que le aquejaba.

Sus padres –indígenas nu’saavi o mixtecos que sobreviven de la agricultura de autoconsumo, como la mayoría de la población de esta región– no sabían cómo calmar sus dolencias y carecían de recursos económicos para llevarlo a la clínica más cercana, ubicada en el distrito de Juxtlahuaca.
El profesor de Bernardino exigió apoyo a los delegados de la Secretaría de Desarrollo Social para trasladarlo. Durante el recorrido, iniciaron las crisis convulsivas y las “autoridades” decidieron llevarlo a la capital del estado.

Los progenitores de Bernardino apenas entendían que su hijo estaba enfermo de gravedad. Ellos no hablan español y, aunque Oaxaca es uno de los estados con más hablantes de lengua indígena (2 millones, según estima el Consejo Nacional de Población), en el hospital no hubo un traductor que les explicara la magnitud del problema.

En el expediente 273961 quedó asentado que ingresó el 30 de septiembre de 2000 con una tumoración endocraneana, por lo que fue intervenido quirúrgicamente. Después de varias complicaciones postoperatorias y dos meses de permanecer internado, fue dado de alta con un cáncer avanzado que no lo hacía “candidato” a tratamiento de quimioterapia o radioterapia.

Desde ese año, para la familia Pineda Ortiz se han intensificado todos los problemas que acarrean la falta de asistencia médica y la miseria, pues ellos viven en el municipio más pobre del país, sin esperanzas de mejorar su calidad de vida y cambiar las condiciones de salud de su hijo.

Un estudio elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de México revela que Coicoyán de la Flores tiene un índice desarrollo humano de 0.4455, similar al de las naciones del África subsahariana.
En esta población, enclavada en la sierra mixteca, se acaban las fuerzas y las ganas de vivir pues, los padres de Bernardino, desesperados, ya no encuentran la forma de salir adelante. Ella ocupa la mayor parte del tiempo en los cuidados de su hijo y en ocasiones cría algunos pollos para vender. Él apenas gana 50 pesos diarios, sólo cuando hay trabajo en la limpia de milpa.

Viven en una pequeña choza de adobe con techo de lámina en la ladera de la serranía, junto con tres de sus hijos, hacinados como casi todos los pobladores de la región. Ahí, con una precaria alimentación y sin atención médica, Bernardino cumplió la mayoría de edad.

“Ya no quedó como antes, pasa todo el tiempo como un bebé, no se mueve nada”, dice Valeria Ortiz mientras lo hidrata y acomoda en el camastro de madera vieja. El cuerpo de Bernardino se descubre pálido, extenuado y desnudo. “No hay más qué hacer, sólo esperar”, dice la mujer indígena.

En ésta, como en otras rancherías del municipio, enfermar es sentencia de muerte. No hay clínica ni médico que haga valer el “derecho a la salud” de todos los mexicanos. Emiliano Pineda López, exagente municipal de El Jicaral y uno de los pocos pobladores que hablan español, asegura que “la gente de aquí vive en total abandono”.

“Queremos un médico que permanezca en la comunidad. Siempre mandamos nuestra solicitud a Oaxaca pero el gobierno no nos hace caso. Dicen que no hay dinero para pagarle al personal, por eso es que tenemos una casa de salud sin doctor”, expresa, indignado.

A lo lejos, muestra un cuarto construido hace un par de años, pintado de blanco y con la palabra “Salud” resaltada en verde y azul. “De qué nos sirve si permanece cerrado”, exclama el lugareño.
Tierra Colorada

Los pasos de Anegleto Santiago son lentos y tortuosos para su avanzada edad. Apenas se sostiene con un palo de madera y camina sin rumbo. Duerme donde le caiga la noche pues el hombre ha perdido la noción del tiempo. Es indigente en el municipio más pobre del país.

El frío comienza y la lluvia amenaza con caer pronto. Anegleto no porta nada que lo proteja: usa un huarache de hule, una camisa desgastada y un pantalón de mezclilla viejo. Reposa sentado sobre la tierra. No puede más, soba sus pies heridos. Desde hace más de diez años iniciaron las molestias y la hinchazón que le hacen caminar con dificultad. No sabe qué es lo que tiene.

Gregorio López Morelos, agente municipal de Tierra Colorada, le saluda y eso basta para que el anciano comience a rezar sus males. Abatido, muestra las costras y protuberancias que se han formado en su pie derecho. El izquierdo no está mejor. Sus ojos también se han quedado con la “vista nublada”.

El indígena nu’saavi pasa el tiempo solo: su esposa murió hace algunos años y sus hijos decidieron emigrar el norte en busca de mejores condiciones de vida. Come lo que la gente le invita: yerbas, maíz o frijol. No hay más que ofrecerle. Tampoco cuenta con ningún apoyo gubernamental y mucho menos con servicio médico.

En la mixteca oaxaqueña “hay mucha gente enferma”, dice el agente municipal. Aquí, el atraso y la marginación se evidencian en sus pobladores: descalzos, escuálidos y enfermos.

Las brigadas de salud que envía cada mes el gobierno estatal no han sido suficientes para erradicar los padecimientos en las rancherías de este municipio. Los niños sufren de enfermedades curables como vómitos, diarreas, infecciones en las vías respiratorias. Las mujeres parturientas ponen en peligro su propia vida y la de sus hijos, porque no son atendidas a tiempo. La clínica de esta comunidad también permanece cerrada, reclama López Morelos.

En la Sierra Madre Sur, sus pobladores crecen y envejecen desprotegidos, lejos de todo. No hay fuentes de trabajo y en la primera oportunidad que se tiene, los hombres se van al norte. “A veces se pierden en la línea fronteriza. No se vuelve a saber de ellos, las familias se descomponen”, dice Gregorio López.

Los campos de Chihuahua, Sinaloa, Ensenada y Florida, Estados Unidos, son destino de cientos de jóvenes y niños, que cuando regresan lo hacen para brindar algún servicio a la comunidad porque no renuncian a sus raíces.

Familias enteras han quedado divididas en espera de que llegue el día de Todos los Santos para ver quién regresa. Pero no en todos los casos se corre con esa suerte. “Es triste, porque hay quienes se van y abandonan a sus hijos. Aquí hay muchos huérfanos”, lamenta el agente municipal, quien también ha tenido que ir a trabajar en la pizca de chile, jitomate o pepino.

El pueblo de Tierra Colorada es considerado como una de las comunidades más viejas del municipio, donde habitan aproximadamente mil 200 personas en situación de extrema pobreza. Los programas gubernamentales como Oportunidades y Procampo no cubren ni siquiera al 50 por ciento de la población que los necesita. Del Seguro Popular no saben cómo funciona, sólo conocieron a los encargados de su afiliación, que llegaron a tomarles la foto y sus huellas dactilares hace un par de años.
Promesas incumplidas

En julio de 2005, el expresidente Vicente Fox visitó a los dos municipios más pobres de México: Metlatónoc, Guerrero, y Coicoyán de las Flores, Oaxaca. El arribo del mandatario, acompañado de su esposa Marta Sahagún y otros funcionarios, así como del gobernador Ulises Ruiz, fue espectacular.

Un helicóptero aterrizó en la cancha de básquetbol de la cabecera municipal, lo que evitó que el ejecutivo federal conociera los agrestes caminos que llevan a la marginación.

En el acto oficial se ordenó a los secretarios de Salud, Julio Frenk Mora; de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota; y de Educación Pública, Reyes Tamez Guerra, así como a la titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Xóchitl Gálvez, agilizar la entrega de todos los programas de combate a la pobreza.

Fox Quesada aseguró a los pobladores de Coicoyán que, para 2006, el ciento por ciento de la población contaría con el Seguro Popular. Esto significaba que 50 mil familias de la región podrían acceder a medicinas, hospitalización, cirugía y otros servicios, “sin costo alguno”. Fox Quesada también ordenó la construcción de más escuelas y la ampliación del padrón de Oportunidades. Nada de eso llegó.

Para el mismo año en que se había garantizado la atención médica a la población, Albina Romero Nájera fue diagnosticada con cáncer en la matriz. La mujer de 45 años asistió, casi por suerte, al Hospital General de Oaxaca, donde le localizaron un tumor en el útero. En una segunda consulta le pidieron que regresara en otra ocasión, porque “no había especialista que la atendiera”.

Pero “ella es pobre y ya no tuvo cómo regresar otra vez al hospital”, agrega Sebastián Romero Ramírez, agente de Llano Encino Amarillo. Porque aquí, el transporte es escaso y cobra de 800 a mil pesos para llegar a la capital, cantidad imposible de pagar.

Sebastián Romero traduce al español las palabras casi inaudibles de Albina. “Sólo quiere vivir un poco más, para seguir cuidando de las tres hijas que quedan con ella”. Por lapsos cortos de tiempo mitiga los dolores en la parte baja de su abdomen, cadera y espalda, con un antiinflamatorio común, utilizado para controlar la fiebre, cólicos menstruales, calambres u otros dolores “suaves”.

Además, dice la mujer, la gente del hospital “me trató como a un animalito al que no le hacían caso. Hacían como que no veían nada, los doctores”. Ella sentía morir. Fue hasta que una persona que hablaba mixteco exigió que la atendieran y le inyectaron un calmante, que sólo le duró un par de horas.

La indígena nu’saavi es madre de cinco jóvenes que emigraron. Les ha perdido el rastro. A veces, cuando la gente regresa de los campos de Ensenada, “le dice que sus hijos se han vuelto malos, que son unos cholos y que se han olvidado de ella”, cuenta.

Santiago Tilapa

“Aquí no se hace nada de la vida. No hay trabajo. No hay nada”, espeta Hilario Flores Tenorio, padre de Leonel, un niño sordomudo que a sus 11 años de edad se esfuerza por aprender a leer y escribir.

El niño indígena no cuenta con educación especial y nunca se le ha realizado un estudio médico para saber si es candidato a utilizar un aparato auditivo o si tiene esperanza de elevar su calidad de vida. Su familia apenas tiene recursos para subsistir; se mantiene de tortilla, frijoles y, a veces, arroz. La leche y la carne para los pequeños de este municipio son alimentos que se consumen una vez al mes, sólo si es posible.

Leonel, sus seis hermanos y sus padres viven en una de las viviendas más alejadas y escondidas de la comunidad de Santiago Tilapa, a más de una hora de camino en época de lluvias, porque la brecha que llega hasta ellos se enloda y el río que la atraviesa, crece.

Todos los días Hilario y Leonel suben juntos a la agencia municipal; el niño asiste a la primaria y el padre desempeña el cargo de síndico, un puesto no remunerado, pues es un mandato de sus usos y costumbres servir al pueblo. La escuela Dzanhuindanda, donde aprende el pequeño, es la única en Santiago Tilapa. Ahí estudian aproximadamente 225 niños de nivel básico que no cuentan con materiales didácticos suficientes.

Florina Sánchez Cruz, directora de nivel preescolar, habla del abandono en que están los estudiantes y las escuelas de la zona. “Aquí todos son muy pobres. Los pequeños carecen de becas y desayunos escolares. Asisten a clases con un alimento precario: frijoles, salsa y tortillas, porque ya no hay más alimentación. No hay otra cosa que les nutra”, lamenta.

Los niños tienen que estudiar en aulas en mal estado, con vidrios rotos y láminas por la que se filtra el agua. Los mesabancos no alcanzan y los dos salones que construyó el gobierno del estado, hace dos años y sólo en esta comunidad, no son suficientes.

“Nosotros nos quedamos sin recursos para trabajar con ellos y lo único que les pueden mandar sus padres es un cuaderno y un lápiz, pero no contamos con más”, dice la profesora, enfadada.

Es así como la enfermedad, el abandono, la incomunicación y el analfabetismo hacen de Coicoyán de las Flores –o “lugar donde se canta y se baila”– la región más pobre del país, donde las promesas gubernamenales nunca llegan a cumplirse.

Negligencia oficial

En el “subsahara mexicano” la erradicación de la miseria se quedó en la demagogia política. Contralínea visitó en noviembre de 2002, el municipio de Coicoyán de las Flores. En ese lugar de la Sierra Mixteca, las condiciones de vida de sus habitantes parecen infrahumanas.

A quienes salieron a buscar mejor suerte en el norte del país o Estados Unidos les ha ido mejor, sólo porque han podido cambiar sus chozas de adobe por cuartos de cemento.

Los habitantes de Coicoyán siguen en la marginación total. Tal es el caso de Vicente López Vera, un niño de ocho años que “nació con la vista boluda y no ve nada”, como relataba su padre, Alfonso López, hace cuatro años.

Desde entonces, Vicente ha crecido apenas un poco. En 2003 un particular decidió llevarlo a México para que fuera atendido en un hospital pediátrico. Después de publicado su caso, ninguna autoridad estatal o federal hizo algo al respecto.

Hoy, cuatro años más tarde, los ojos de Vicente parecen estar en estado de putrefacción: las infecciones que le provocan derramar lágrimas con pus no cesan. Él es uno más de los habitantes de esta región que sufren por una tumoración en la parte frontal del cerebro, según entendió su padre, cuando los médicos de la ciudad explicaron que había que practicarle una cirugía. “Me dio miedo. Me dijeron que podía morir y decidí traerlo de regreso: es mejor dejarlo a la buena de Dios”, confiesa.

Zacarías Sánchez Ortiz, agente municipal de Santiago Tilapa dice que “desafortunadamente” la gente de esta zona permanece sumida en el abandono. “No cambió nada con el presidente Fox y dudo que pase ahora con Calderón”.

El también maestro de educación básica, que ha recorrido todas las rancherías que conforman el municipio, dice que “nadie llega a nuestras comunidades y es una lástima ver cómo la gente enferma, muere y sufre por carecer de recursos para cubrir las necesidades básicas que tiene todo ser humano”.

Las cifras de Coicoyán

El Informe sobre Desarrollo Humano de los Pueblos Indígenas publicado en 2006 y elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de México, revela que Coicoyán de las Flores, Oaxaca, es el municipio más pobre del país, con un índice de desarrollo humano de 0.4455.

Los índices presentados en 2005 por el Consejo Nacional de Población indican que en esta entidad habitan 7 mil 598 personas indígenas con “muy alto” grado de marginación. Más del 70 por ciento de la población es analfabeta y un 83.6 por ciento de sus habitantes vive en el hacinamiento.

Según el XII Censo General de Población y Vivienda 2000, el municipio de Coicoyán de las Flores “contaba con 927 viviendas, de las cuales más de 841 contaban con piso de tierra, 69 con piso de cemento y 11 con datos no especificados”.

Las agencias que conforman el municipio son: Santiago Tilapa, Coyul, La Trinidad, Tierra Colorada, El Jicaral, Rancho Pastor y Lázaro Cárdenas.

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Coicoyán, el inframundo

August 26th, 2007 Posted in Oaxaca, pobreza No Comments »

Érika Ramírez
Contralínea
2a quincena de agosto de 2007
Fotos: David Cilia

En el municipio más pobre del país, las enfermedades curables y el cáncer socavan la vida de sus habitantes. Contrario a la promesa de erradicar la miseria que hizo el expresidente Vicente Fox, los indígenas de Coicoyán de las Flores subsisten abandonados, sin caminos ni atención médica
Coicoyán de las Flores, Oaxaca. Bernardino Pineda Ortiz apenas había cumplido 12 años cuando los médicos del Hospital General de Oaxaca Aurelio Valdivieso lo desahuciaron, después de extraerle un tumor cerebral. El niño quedó imposibilitado de todas sus facultades y con los músculos de sus extremidades atrofiados. Volvió a ser un bebé, dice Valeria Ortiz, su madre.

Hace seis años, comenzó a sufrir dolores de cabeza que se agudizaron poco a poco. En la comunidad de El Jicaral, la más alejada de la cabecera municipal, no hubo médico que le atendiera ni diagnosticara el mal que le aquejaba.

Sus padres –indígenas nu’saavi o mixtecos que sobreviven de la agricultura de autoconsumo, como la mayoría de la población de esta región– no sabían cómo calmar sus dolencias y carecían de recursos económicos para llevarlo a la clínica más cercana, ubicada en el distrito de Juxtlahuaca.
El profesor de Bernardino exigió apoyo a los delegados de la Secretaría de Desarrollo Social para trasladarlo. Durante el recorrido, iniciaron las crisis convulsivas y las “autoridades” decidieron llevarlo a la capital del estado.

Los progenitores de Bernardino apenas entendían que su hijo estaba enfermo de gravedad. Ellos no hablan español y, aunque Oaxaca es uno de los estados con más hablantes de lengua indígena (2 millones, según estima el Consejo Nacional de Población), en el hospital no hubo un traductor que les explicara la magnitud del problema.

En el expediente 273961 quedó asentado que ingresó el 30 de septiembre de 2000 con una tumoración endocraneana, por lo que fue intervenido quirúrgicamente. Después de varias complicaciones postoperatorias y dos meses de permanecer internado, fue dado de alta con un cáncer avanzado que no lo hacía “candidato” a tratamiento de quimioterapia o radioterapia.

Desde ese año, para la familia Pineda Ortiz se han intensificado todos los problemas que acarrean la falta de asistencia médica y la miseria, pues ellos viven en el municipio más pobre del país, sin esperanzas de mejorar su calidad de vida y cambiar las condiciones de salud de su hijo.

Un estudio elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de México revela que Coicoyán de la Flores tiene un índice desarrollo humano de 0.4455, similar al de las naciones del África subsahariana.
En esta población, enclavada en la sierra mixteca, se acaban las fuerzas y las ganas de vivir pues, los padres de Bernardino, desesperados, ya no encuentran la forma de salir adelante. Ella ocupa la mayor parte del tiempo en los cuidados de su hijo y en ocasiones cría algunos pollos para vender. Él apenas gana 50 pesos diarios, sólo cuando hay trabajo en la limpia de milpa.

Viven en una pequeña choza de adobe con techo de lámina en la ladera de la serranía, junto con tres de sus hijos, hacinados como casi todos los pobladores de la región. Ahí, con una precaria alimentación y sin atención médica, Bernardino cumplió la mayoría de edad.

“Ya no quedó como antes, pasa todo el tiempo como un bebé, no se mueve nada”, dice Valeria Ortiz mientras lo hidrata y acomoda en el camastro de madera vieja. El cuerpo de Bernardino se descubre pálido, extenuado y desnudo. “No hay más qué hacer, sólo esperar”, dice la mujer indígena.

En ésta, como en otras rancherías del municipio, enfermar es sentencia de muerte. No hay clínica ni médico que haga valer el “derecho a la salud” de todos los mexicanos. Emiliano Pineda López, exagente municipal de El Jicaral y uno de los pocos pobladores que hablan español, asegura que “la gente de aquí vive en total abandono”.

“Queremos un médico que permanezca en la comunidad. Siempre mandamos nuestra solicitud a Oaxaca pero el gobierno no nos hace caso. Dicen que no hay dinero para pagarle al personal, por eso es que tenemos una casa de salud sin doctor”, expresa, indignado.

A lo lejos, muestra un cuarto construido hace un par de años, pintado de blanco y con la palabra “Salud” resaltada en verde y azul. “De qué nos sirve si permanece cerrado”, exclama el lugareño.
Tierra Colorada

Los pasos de Anegleto Santiago son lentos y tortuosos para su avanzada edad. Apenas se sostiene con un palo de madera y camina sin rumbo. Duerme donde le caiga la noche pues el hombre ha perdido la noción del tiempo. Es indigente en el municipio más pobre del país.

El frío comienza y la lluvia amenaza con caer pronto. Anegleto no porta nada que lo proteja: usa un huarache de hule, una camisa desgastada y un pantalón de mezclilla viejo. Reposa sentado sobre la tierra. No puede más, soba sus pies heridos. Desde hace más de diez años iniciaron las molestias y la hinchazón que le hacen caminar con dificultad. No sabe qué es lo que tiene.

Gregorio López Morelos, agente municipal de Tierra Colorada, le saluda y eso basta para que el anciano comience a rezar sus males. Abatido, muestra las costras y protuberancias que se han formado en su pie derecho. El izquierdo no está mejor. Sus ojos también se han quedado con la “vista nublada”.

El indígena nu’saavi pasa el tiempo solo: su esposa murió hace algunos años y sus hijos decidieron emigrar el norte en busca de mejores condiciones de vida. Come lo que la gente le invita: yerbas, maíz o frijol. No hay más que ofrecerle. Tampoco cuenta con ningún apoyo gubernamental y mucho menos con servicio médico.

En la mixteca oaxaqueña “hay mucha gente enferma”, dice el agente municipal. Aquí, el atraso y la marginación se evidencian en sus pobladores: descalzos, escuálidos y enfermos.

Las brigadas de salud que envía cada mes el gobierno estatal no han sido suficientes para erradicar los padecimientos en las rancherías de este municipio. Los niños sufren de enfermedades curables como vómitos, diarreas, infecciones en las vías respiratorias. Las mujeres parturientas ponen en peligro su propia vida y la de sus hijos, porque no son atendidas a tiempo. La clínica de esta comunidad también permanece cerrada, reclama López Morelos.

En la Sierra Madre Sur, sus pobladores crecen y envejecen desprotegidos, lejos de todo. No hay fuentes de trabajo y en la primera oportunidad que se tiene, los hombres se van al norte. “A veces se pierden en la línea fronteriza. No se vuelve a saber de ellos, las familias se descomponen”, dice Gregorio López.

Los campos de Chihuahua, Sinaloa, Ensenada y Florida, Estados Unidos, son destino de cientos de jóvenes y niños, que cuando regresan lo hacen para brindar algún servicio a la comunidad porque no renuncian a sus raíces.

Familias enteras han quedado divididas en espera de que llegue el día de Todos los Santos para ver quién regresa. Pero no en todos los casos se corre con esa suerte. “Es triste, porque hay quienes se van y abandonan a sus hijos. Aquí hay muchos huérfanos”, lamenta el agente municipal, quien también ha tenido que ir a trabajar en la pizca de chile, jitomate o pepino.

El pueblo de Tierra Colorada es considerado como una de las comunidades más viejas del municipio, donde habitan aproximadamente mil 200 personas en situación de extrema pobreza. Los programas gubernamentales como Oportunidades y Procampo no cubren ni siquiera al 50 por ciento de la población que los necesita. Del Seguro Popular no saben cómo funciona, sólo conocieron a los encargados de su afiliación, que llegaron a tomarles la foto y sus huellas dactilares hace un par de años.
Promesas incumplidas

En julio de 2005, el expresidente Vicente Fox visitó a los dos municipios más pobres de México: Metlatónoc, Guerrero, y Coicoyán de las Flores, Oaxaca. El arribo del mandatario, acompañado de su esposa Marta Sahagún y otros funcionarios, así como del gobernador Ulises Ruiz, fue espectacular.

Un helicóptero aterrizó en la cancha de básquetbol de la cabecera municipal, lo que evitó que el ejecutivo federal conociera los agrestes caminos que llevan a la marginación.

En el acto oficial se ordenó a los secretarios de Salud, Julio Frenk Mora; de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota; y de Educación Pública, Reyes Tamez Guerra, así como a la titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Xóchitl Gálvez, agilizar la entrega de todos los programas de combate a la pobreza.

Fox Quesada aseguró a los pobladores de Coicoyán que, para 2006, el ciento por ciento de la población contaría con el Seguro Popular. Esto significaba que 50 mil familias de la región podrían acceder a medicinas, hospitalización, cirugía y otros servicios, “sin costo alguno”. Fox Quesada también ordenó la construcción de más escuelas y la ampliación del padrón de Oportunidades. Nada de eso llegó.

Para el mismo año en que se había garantizado la atención médica a la población, Albina Romero Nájera fue diagnosticada con cáncer en la matriz. La mujer de 45 años asistió, casi por suerte, al Hospital General de Oaxaca, donde le localizaron un tumor en el útero. En una segunda consulta le pidieron que regresara en otra ocasión, porque “no había especialista que la atendiera”.

Pero “ella es pobre y ya no tuvo cómo regresar otra vez al hospital”, agrega Sebastián Romero Ramírez, agente de Llano Encino Amarillo. Porque aquí, el transporte es escaso y cobra de 800 a mil pesos para llegar a la capital, cantidad imposible de pagar.

Sebastián Romero traduce al español las palabras casi inaudibles de Albina. “Sólo quiere vivir un poco más, para seguir cuidando de las tres hijas que quedan con ella”. Por lapsos cortos de tiempo mitiga los dolores en la parte baja de su abdomen, cadera y espalda, con un antiinflamatorio común, utilizado para controlar la fiebre, cólicos menstruales, calambres u otros dolores “suaves”.

Además, dice la mujer, la gente del hospital “me trató como a un animalito al que no le hacían caso. Hacían como que no veían nada, los doctores”. Ella sentía morir. Fue hasta que una persona que hablaba mixteco exigió que la atendieran y le inyectaron un calmante, que sólo le duró un par de horas.

La indígena nu’saavi es madre de cinco jóvenes que emigraron. Les ha perdido el rastro. A veces, cuando la gente regresa de los campos de Ensenada, “le dice que sus hijos se han vuelto malos, que son unos cholos y que se han olvidado de ella”, cuenta.

Santiago Tilapa

“Aquí no se hace nada de la vida. No hay trabajo. No hay nada”, espeta Hilario Flores Tenorio, padre de Leonel, un niño sordomudo que a sus 11 años de edad se esfuerza por aprender a leer y escribir.

El niño indígena no cuenta con educación especial y nunca se le ha realizado un estudio médico para saber si es candidato a utilizar un aparato auditivo o si tiene esperanza de elevar su calidad de vida. Su familia apenas tiene recursos para subsistir; se mantiene de tortilla, frijoles y, a veces, arroz. La leche y la carne para los pequeños de este municipio son alimentos que se consumen una vez al mes, sólo si es posible.

Leonel, sus seis hermanos y sus padres viven en una de las viviendas más alejadas y escondidas de la comunidad de Santiago Tilapa, a más de una hora de camino en época de lluvias, porque la brecha que llega hasta ellos se enloda y el río que la atraviesa, crece.

Todos los días Hilario y Leonel suben juntos a la agencia municipal; el niño asiste a la primaria y el padre desempeña el cargo de síndico, un puesto no remunerado, pues es un mandato de sus usos y costumbres servir al pueblo. La escuela Dzanhuindanda, donde aprende el pequeño, es la única en Santiago Tilapa. Ahí estudian aproximadamente 225 niños de nivel básico que no cuentan con materiales didácticos suficientes.

Florina Sánchez Cruz, directora de nivel preescolar, habla del abandono en que están los estudiantes y las escuelas de la zona. “Aquí todos son muy pobres. Los pequeños carecen de becas y desayunos escolares. Asisten a clases con un alimento precario: frijoles, salsa y tortillas, porque ya no hay más alimentación. No hay otra cosa que les nutra”, lamenta.

Los niños tienen que estudiar en aulas en mal estado, con vidrios rotos y láminas por la que se filtra el agua. Los mesabancos no alcanzan y los dos salones que construyó el gobierno del estado, hace dos años y sólo en esta comunidad, no son suficientes.

“Nosotros nos quedamos sin recursos para trabajar con ellos y lo único que les pueden mandar sus padres es un cuaderno y un lápiz, pero no contamos con más”, dice la profesora, enfadada.

Es así como la enfermedad, el abandono, la incomunicación y el analfabetismo hacen de Coicoyán de las Flores –o “lugar donde se canta y se baila”– la región más pobre del país, donde las promesas gubernamenales nunca llegan a cumplirse.

Negligencia oficial

En el “subsahara mexicano” la erradicación de la miseria se quedó en la demagogia política. Contralínea visitó en noviembre de 2002, el municipio de Coicoyán de las Flores. En ese lugar de la Sierra Mixteca, las condiciones de vida de sus habitantes parecen infrahumanas.

A quienes salieron a buscar mejor suerte en el norte del país o Estados Unidos les ha ido mejor, sólo porque han podido cambiar sus chozas de adobe por cuartos de cemento.

Los habitantes de Coicoyán siguen en la marginación total. Tal es el caso de Vicente López Vera, un niño de ocho años que “nació con la vista boluda y no ve nada”, como relataba su padre, Alfonso López, hace cuatro años.

Desde entonces, Vicente ha crecido apenas un poco. En 2003 un particular decidió llevarlo a México para que fuera atendido en un hospital pediátrico. Después de publicado su caso, ninguna autoridad estatal o federal hizo algo al respecto.

Hoy, cuatro años más tarde, los ojos de Vicente parecen estar en estado de putrefacción: las infecciones que le provocan derramar lágrimas con pus no cesan. Él es uno más de los habitantes de esta región que sufren por una tumoración en la parte frontal del cerebro, según entendió su padre, cuando los médicos de la ciudad explicaron que había que practicarle una cirugía. “Me dio miedo. Me dijeron que podía morir y decidí traerlo de regreso: es mejor dejarlo a la buena de Dios”, confiesa.

Zacarías Sánchez Ortiz, agente municipal de Santiago Tilapa dice que “desafortunadamente” la gente de esta zona permanece sumida en el abandono. “No cambió nada con el presidente Fox y dudo que pase ahora con Calderón”.

El también maestro de educación básica, que ha recorrido todas las rancherías que conforman el municipio, dice que “nadie llega a nuestras comunidades y es una lástima ver cómo la gente enferma, muere y sufre por carecer de recursos para cubrir las necesidades básicas que tiene todo ser humano”.

Las cifras de Coicoyán

El Informe sobre Desarrollo Humano de los Pueblos Indígenas publicado en 2006 y elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de México, revela que Coicoyán de las Flores, Oaxaca, es el municipio más pobre del país, con un índice de desarrollo humano de 0.4455.

Los índices presentados en 2005 por el Consejo Nacional de Población indican que en esta entidad habitan 7 mil 598 personas indígenas con “muy alto” grado de marginación. Más del 70 por ciento de la población es analfabeta y un 83.6 por ciento de sus habitantes vive en el hacinamiento.

Según el XII Censo General de Población y Vivienda 2000, el municipio de Coicoyán de las Flores “contaba con 927 viviendas, de las cuales más de 841 contaban con piso de tierra, 69 con piso de cemento y 11 con datos no especificados”.

Las agencias que conforman el municipio son: Santiago Tilapa, Coyul, La Trinidad, Tierra Colorada, El Jicaral, Rancho Pastor y Lázaro Cárdenas.

Original post by Eratóstenes Horamarcada

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Muestra Calderón desdén por los derechos humanos: AI

July 30th, 2007 Posted in Oaxaca, PRI, violaciones No Comments »

Leonardo Boix
Proceso
30 de julio de 2007

Londres, 30 de julio (apro).- El gobierno de Felipe Calderón “no tiene como prioridad avanzar en el tema de los derechos humanos”, dice Robert Knox, investigador sobre México de la organización Amnistía Internacional (AI).

“No hemos visto ninguna señal clara y evidente de que este gobierno (de Calderón) tenga la determinación de resolver los problemas sobre derechos humanos”, afirma.

Y añade que para el nuevo gobierno mexicano, Oaxaca es “una prueba de fuego”, pues desde 2006, “las autoridades federales y el gobierno estatal han dejado en la impunidad homicidios, torturas, detenciones y cateos arbitrarios, así como una serie de violaciones individuales y colectivas ocurridas a lo largo del conflicto” en ese estado.

Insiste: “Hay que reconocer que estamos hablando de un gobierno (el de Calderón) que no ha cumplido siquiera un año en el poder, pero aun así podemos ver su falta de políticas en materia de derechos humanos”.

Comenta que ésta es una de las muchas preguntas que AI planteará al gobierno mexicano.

Y es que, a partir del próximo 31 de julio, una delegación de alto nivel de AI –encabezada por su secretaria general Irene Khan– realizará una visita de cinco días a México para evaluar la situación de los derechos humanos en éste país y emitir un informe al respecto.

“No dudaremos en denunciar las violaciones cometidas”, advierte Knox, quien será uno de los miembros de dicha delegación.

Entrevistado por Apro minutos antes de viajar a México, Knox dice que dicho informe incluirá el caso de Oaxaca. Afirma que en él “vamos a decir que no hay únicamente una cuestión de responsabilidad estatal, pues las autoridades federales han sido señaladas como involucradas en violaciones de derechos humanos desde finales de octubre pasado y, a partir de lo que nosotros hemos podido documentar, no ha habido investigaciones adecuadas para esclarecer los hechos y juzgar a los responsables”.

Durante su visita a México, la delegación de AI tiene planeado reunirse con sobrevivientes de abusos de derechos humanos, organizaciones civiles, legisladores, ministros de la Suprema Corte de Justicia y autoridades federales y estatales, como la canciller Patricia Espinosa; el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, y el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz.

Josefina Salomón, encargada de asuntos de prensa de AI informó a Apro que la delegación solicitó una reunión con el presidente Calderón, la cual no ha tenido respuesta. “Realmente queremos sentarnos con el gobierno federal para expresarle nuestras preocupaciones, que son tan grandes como cuando estaba (Vicente) Fox en el poder”, declaró.

Y señaló que, en caso de que no sean concedidas las solicitudes para reunirse tanto con las autoridades federales como estatales, “lo veremos como una señal negativa, de que no les interesa el tema de los derechos humanos”.

De hecho, la visita iniciará en Oaxaca para “recabar información sobre los más recientes acontecimientos de exceso de violencia” del pasado 16 de julio, señaló Knox. Después, la delegación viajará a la ciudad de México y al estado de Guerrero.

Entrevistada por Apro, Salomón adelanta que, durante las reuniones con las autoridades, los miembros de AI abordarán el tema de “los abusos que se han cometido. Les pediremos que se juzguen a los responsables y que se tomen medidas para evitar que hayan más víctimas”.

Oaxaca, el objetivo

Knox, por su parte, dice que la estancia en Oaxaca de AI les permitirá “constatar casos emblemáticos” de abusos a los derechos humanos, los cuales quedarán documentados en el informe que emita posteriormente ésta organización. “También hablaremos con las autoridades locales e intentaremos que no haya impunidad en esos casos, lo que actualmente existe. Ese va a ser el objetivo principal en Oaxaca”.

Knox dice que la situación en éste estado “es compleja”, pero aclaró que “sigue siendo responsabilidad fundamental del Estado y de las autoridades federales, estatales y municipales”, garantizar el bienestar de los ciudadanos, “y hasta el momento no hemos podido constatar la determinación para llevar a cabo ese objetivo”.

Añade: “Oaxaca es un tema puntual y actual de violaciones muy graves que ocurrieron, que están ocurriendo y han vuelto a ocurrir”.

Y subraya que sigue siendo “una prueba muy dura” para las autoridades “que asumieron la responsabilidad de no dejar de investigar”.

Señala que el gobierno de Calderón “puede modificar su actitud y hacer lo que no ha ocurrido durante muchos años: resolver los problemas sobre derechos humanos. Tiene toda facultad y, si quisiera, toda la capacidad para atender esos casos de abusos”.

Knox agrega que la delegación de AI planteará al gobernador Ulises Ruiz “que se asuman las responsabilidades sobre el respeto a los derechos humanos”.

Explica: “Aunque existen agentes municipales y estatales, la responsabilidad recae directamente en el Ejecutivo del estado. Primero, para prevenir y, segundo, para investigar y esclarecer las acciones y las responsabilidades. No hemos visto esas acciones y los últimos acontecimientos de la semana pasada muestran que hubo un uso excesivo y desproporcionado de la fuerza por parte de las fuerzas policiales”, señala Knox en referencia a los hechos del pasado 19 de julio, cuando profesores y miembros de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) se enfrentaron con los policías estatales, lo que dejó un saldo de al menos 19 heridos y 40 personas detenidas.

“Esto demuestra otra vez que la impunidad que ha existido en los últimos años seguirá contribuyendo a que se cometan más violaciones. Hasta que no exista la determinación de acabar con una policía que utiliza la fuerza excesiva para controlar manifestaciones y para enfrentar cualquier movilización o movimiento social, habrá más violaciones de derechos humanos”, afirma el investigador de AI.

En ese sentido, señala que se requiere ese “cambio fundamental” y que “la única forma de garantizarlo es a partir de que las personas responsables (de abusos) sean investigadas y enjuiciadas por la Justicia.

“Esos serán los mensajes que llevaremos al gobierno de Oaxaca encabezado por Ulises Ruiz. Obviamente no tomaremos ninguna posición sobre las elecciones que va a haber próximamente, pero es una cuestión de investigar los hechos”, subraya.

Reitera que AI “reconoce y siempre ha reconocido”, que la situación de seguridad pública en Oaxaca “es muy compleja” y que “no ha sido un trabajo fácil”. Pero, advierte, “es justamente la obligación del Estado” ofrecer esas garantías “y no se puede suponer que un grupo de manifestantes esté actuando de forma ilegal, sin pruebas, cuando el Estado tiene la obligación de actuar dentro del marco de la ley”.

“En el informe que presentaremos eso lo vamos a tratar”, adelanta.

Calderón, como Fox

Durante la entrevista, Knox admite que, durante el gobierno de Vicente Fox, “hubo avances importantes en temas de apertura, del escrutinio internacional y de los compromisos con los organismos internacionales de derechos humanos”.

“Pero –advierte– eso no se tradujo en cambios substanciales o estructurales a nivel del país. Lo que hemos visto actualmente es una falta de prioridad de este gobierno en avanzar en temas de derechos humanos. No hemos visto ninguna señal clara o evidente de que haya determinación de este gobierno para resolver los asuntos de derechos humanos”.

Añade: “Ojalá que, con esta visita de Amnistía, se concrete esa agenda y esa determinación y voluntad política para realmente atender los problemas existentes, que son muchos”.

Al preguntarle qué espera lograr AI con su visita de alto rango y con la publicación de su informe, Knox asegura: “Nosotros esperamos que nuestro informe cambie cosas en este gobierno y en el país (…) Porque creemos que es importante lo que hacemos, vamos a México para tratar temas como cuál debe ser la actitud y las acciones del gobierno federal –que aunque no ha tenido una responsabilidad directa de todo– tiene un liderazgo que es imprescindible para demostrar a los otros niveles del Estado que no se pueden tolerar las violaciones a los derechos humanos”.

Por último, pide a Calderón “que tome en cuenta” la agenda que tratará de impulsar Amnistía Internacional “y actúe sobre esas recomendaciones que nosotros le vamos a hacer, porque ese es el primer paso para integrar los derechos humanos en las políticas de Estado”.

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Muestra Calderón desdén por los derechos humanos: AI

July 30th, 2007 Posted in Oaxaca, PRI, violaciones No Comments »

Leonardo Boix
Proceso
30 de julio de 2007

Londres, 30 de julio (apro).- El gobierno de Felipe Calderón “no tiene como prioridad avanzar en el tema de los derechos humanos”, dice Robert Knox, investigador sobre México de la organización Amnistía Internacional (AI).

“No hemos visto ninguna señal clara y evidente de que este gobierno (de Calderón) tenga la determinación de resolver los problemas sobre derechos humanos”, afirma.

Y añade que para el nuevo gobierno mexicano, Oaxaca es “una prueba de fuego”, pues desde 2006, “las autoridades federales y el gobierno estatal han dejado en la impunidad homicidios, torturas, detenciones y cateos arbitrarios, así como una serie de violaciones individuales y colectivas ocurridas a lo largo del conflicto” en ese estado.

Insiste: “Hay que reconocer que estamos hablando de un gobierno (el de Calderón) que no ha cumplido siquiera un año en el poder, pero aun así podemos ver su falta de políticas en materia de derechos humanos”.

Comenta que ésta es una de las muchas preguntas que AI planteará al gobierno mexicano.

Y es que, a partir del próximo 31 de julio, una delegación de alto nivel de AI –encabezada por su secretaria general Irene Khan– realizará una visita de cinco días a México para evaluar la situación de los derechos humanos en éste país y emitir un informe al respecto.

“No dudaremos en denunciar las violaciones cometidas”, advierte Knox, quien será uno de los miembros de dicha delegación.

Entrevistado por Apro minutos antes de viajar a México, Knox dice que dicho informe incluirá el caso de Oaxaca. Afirma que en él “vamos a decir que no hay únicamente una cuestión de responsabilidad estatal, pues las autoridades federales han sido señaladas como involucradas en violaciones de derechos humanos desde finales de octubre pasado y, a partir de lo que nosotros hemos podido documentar, no ha habido investigaciones adecuadas para esclarecer los hechos y juzgar a los responsables”.

Durante su visita a México, la delegación de AI tiene planeado reunirse con sobrevivientes de abusos de derechos humanos, organizaciones civiles, legisladores, ministros de la Suprema Corte de Justicia y autoridades federales y estatales, como la canciller Patricia Espinosa; el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, y el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz.

Josefina Salomón, encargada de asuntos de prensa de AI informó a Apro que la delegación solicitó una reunión con el presidente Calderón, la cual no ha tenido respuesta. “Realmente queremos sentarnos con el gobierno federal para expresarle nuestras preocupaciones, que son tan grandes como cuando estaba (Vicente) Fox en el poder”, declaró.

Y señaló que, en caso de que no sean concedidas las solicitudes para reunirse tanto con las autoridades federales como estatales, “lo veremos como una señal negativa, de que no les interesa el tema de los derechos humanos”.

De hecho, la visita iniciará en Oaxaca para “recabar información sobre los más recientes acontecimientos de exceso de violencia” del pasado 16 de julio, señaló Knox. Después, la delegación viajará a la ciudad de México y al estado de Guerrero.

Entrevistada por Apro, Salomón adelanta que, durante las reuniones con las autoridades, los miembros de AI abordarán el tema de “los abusos que se han cometido. Les pediremos que se juzguen a los responsables y que se tomen medidas para evitar que hayan más víctimas”.

Oaxaca, el objetivo

Knox, por su parte, dice que la estancia en Oaxaca de AI les permitirá “constatar casos emblemáticos” de abusos a los derechos humanos, los cuales quedarán documentados en el informe que emita posteriormente ésta organización. “También hablaremos con las autoridades locales e intentaremos que no haya impunidad en esos casos, lo que actualmente existe. Ese va a ser el objetivo principal en Oaxaca”.

Knox dice que la situación en éste estado “es compleja”, pero aclaró que “sigue siendo responsabilidad fundamental del Estado y de las autoridades federales, estatales y municipales”, garantizar el bienestar de los ciudadanos, “y hasta el momento no hemos podido constatar la determinación para llevar a cabo ese objetivo”.

Añade: “Oaxaca es un tema puntual y actual de violaciones muy graves que ocurrieron, que están ocurriendo y han vuelto a ocurrir”.

Y subraya que sigue siendo “una prueba muy dura” para las autoridades “que asumieron la responsabilidad de no dejar de investigar”.

Señala que el gobierno de Calderón “puede modificar su actitud y hacer lo que no ha ocurrido durante muchos años: resolver los problemas sobre derechos humanos. Tiene toda facultad y, si quisiera, toda la capacidad para atender esos casos de abusos”.

Knox agrega que la delegación de AI planteará al gobernador Ulises Ruiz “que se asuman las responsabilidades sobre el respeto a los derechos humanos”.

Explica: “Aunque existen agentes municipales y estatales, la responsabilidad recae directamente en el Ejecutivo del estado. Primero, para prevenir y, segundo, para investigar y esclarecer las acciones y las responsabilidades. No hemos visto esas acciones y los últimos acontecimientos de la semana pasada muestran que hubo un uso excesivo y desproporcionado de la fuerza por parte de las fuerzas policiales”, señala Knox en referencia a los hechos del pasado 19 de julio, cuando profesores y miembros de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) se enfrentaron con los policías estatales, lo que dejó un saldo de al menos 19 heridos y 40 personas detenidas.

“Esto demuestra otra vez que la impunidad que ha existido en los últimos años seguirá contribuyendo a que se cometan más violaciones. Hasta que no exista la determinación de acabar con una policía que utiliza la fuerza excesiva para controlar manifestaciones y para enfrentar cualquier movilización o movimiento social, habrá más violaciones de derechos humanos”, afirma el investigador de AI.

En ese sentido, señala que se requiere ese “cambio fundamental” y que “la única forma de garantizarlo es a partir de que las personas responsables (de abusos) sean investigadas y enjuiciadas por la Justicia.

“Esos serán los mensajes que llevaremos al gobierno de Oaxaca encabezado por Ulises Ruiz. Obviamente no tomaremos ninguna posición sobre las elecciones que va a haber próximamente, pero es una cuestión de investigar los hechos”, subraya.

Reitera que AI “reconoce y siempre ha reconocido”, que la situación de seguridad pública en Oaxaca “es muy compleja” y que “no ha sido un trabajo fácil”. Pero, advierte, “es justamente la obligación del Estado” ofrecer esas garantías “y no se puede suponer que un grupo de manifestantes esté actuando de forma ilegal, sin pruebas, cuando el Estado tiene la obligación de actuar dentro del marco de la ley”.

“En el informe que presentaremos eso lo vamos a tratar”, adelanta.

Calderón, como Fox

Durante la entrevista, Knox admite que, durante el gobierno de Vicente Fox, “hubo avances importantes en temas de apertura, del escrutinio internacional y de los compromisos con los organismos internacionales de derechos humanos”.

“Pero –advierte– eso no se tradujo en cambios substanciales o estructurales a nivel del país. Lo que hemos visto actualmente es una falta de prioridad de este gobierno en avanzar en temas de derechos humanos. No hemos visto ninguna señal clara o evidente de que haya determinación de este gobierno para resolver los asuntos de derechos humanos”.

Añade: “Ojalá que, con esta visita de Amnistía, se concrete esa agenda y esa determinación y voluntad política para realmente atender los problemas existentes, que son muchos”.

Al preguntarle qué espera lograr AI con su visita de alto rango y con la publicación de su informe, Knox asegura: “Nosotros esperamos que nuestro informe cambie cosas en este gobierno y en el país (…) Porque creemos que es importante lo que hacemos, vamos a México para tratar temas como cuál debe ser la actitud y las acciones del gobierno federal –que aunque no ha tenido una responsabilidad directa de todo– tiene un liderazgo que es imprescindible para demostrar a los otros niveles del Estado que no se pueden tolerar las violaciones a los derechos humanos”.

Por último, pide a Calderón “que tome en cuenta” la agenda que tratará de impulsar Amnistía Internacional “y actúe sobre esas recomendaciones que nosotros le vamos a hacer, porque ese es el primer paso para integrar los derechos humanos en las políticas de Estado”.

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La revancha de la Guelaguetza

July 23rd, 2007 Posted in historia, Oaxaca No Comments »

Hermann Bellinghausen
La Jornada
23 de julio de 2007

La Guelaguetza es una invención relativamente nueva, pero eso tal vez ya no importa. Tiene fecha de nacimiento (1932), gobernador a cargo (Francisco López Cortés), presidente de la República que apadrine (Abelardo Rodríguez, interino, en 1933), punto débil (nace de una idea racista: rendir “homenaje racial” a los oaxaqueños de abajo), y la coyuntura humanitaria del terremoto que en 1931 dañó gravemente a Oaxaca y la Federación le debió tender la mano. La Guelaguetza urbana, nacida de un terremoto, llega a sus 76 años sacudida por otro.

Lo importante hoy es que sirve para subrayar, una vez más, qué país más vergonzozo es éste, que permite la permanencia de un gobierno ilegítimo, delincuencial y violento como el de Ulises Ruiz Ortiz. La “disputa” por la Guelaguetza devino revuelta de lo simbólico en un terreno dolorosamente real y concreto.

Originada en las tradiciones festivas de los valles centrales del estado, mayoritariamente zapotecas, y expropiada por los misioneros españoles para superponer a la vírgen del Carmen, siempre ha sido una fiesta popular basada en el regalo y la cooperaración comunal. No en balde surge de la misma civilización que practica el tequio.

La leyenda del amor trágico entre la princesa zapoteca Donají (hija del señor de Zaachila, para entonces ya cristianizada) y el enemigo guerrero mixteco Nucano, sirvió a los misioneros para sellar la reducción de los pueblos zapotecos y mixtecos. Desde entonces, las danzas y la fiesta son sincréticas (como casi todo lo indígena que pervive). El hecho es que la Guelaguetza resulta el banquete mayor del poder político y empresarial de Oaxaca, escudado en la típica hipocresía del racismo criollo: usar al indio para lucirse el amo. Esa burguesía local conserva en el siglo XXI rasgos del XVII, en el peor sentido. Y luego que para entrar a la fiesta ahora se pasa por Ticket Master y/o American Express.

Al Estado posrevolucionario le sirvió para atraer a los ignotos mixes, los zapotecos del Istmo, los huaves, los mazatecos cerriles. Integración. Identidad. ¿Control? Hoy se le supone celebración de los 16 pueblos (que no “etnias”) de Oaxaca. Pero no para que se junten; solamente que se luzcan. A la vuelta de los años, la Guelaguetza se volvió la gran oferta turística de hoteles, restaurantes, agencias de viajes, tiendas de artesanías, joyerías, servicios. A los pueblos las propinas. Que bailen, folcloricen y se aguanten.

Al evolucionar de convite a espectáculo, la trasladaron al escenográfico cerro del Fortín y la fueron matando piedra sobre piedra. Ya con José Murat la perversión era total: los indios dejaban ofrendas a los pies del “señor” (guajolotes vivos, frutas, pan, flores) y las hijas de los amos podían lucirse bailando entre los indios. Ulises Ruiz nunca imaginó cuál sería la Guelaguetza de su destino: una crisis represiva (por segundo año consecutivo). Al paso que va, será su tumba política.

Asistimos a una nueva transformación de la Guelaguetza, que por lo demás persiste en muchos pueblos del altiplano oaxaqueño. Desde la APPO se le ve como una tradición a recuperar, cuando parecía olvidarse el sustrato profundo del movimiento social del estado (no sólo su capital). Una lucha que no empezó ayer, y que encontró ya sus modos de decir “¡basta!” en los pueblos.

Con el retorno del EPR a cartelera y las redituables teorías conspirativas para explicar el descontento en Oaxaca como “provocación” o “complot de grupos radicales”, la represión ha perdido pudor y límites, pues incluso el escándalo internacional parece “manejable”; ya no digamos los medios de comunicación.

Los capitalistas oaxaqueños están desesperados. Su botín turístico (vampirizar al indio) se resquebraja. “Nos quieren quitar la Guelaguetza”, chillan en el último hilillo de su discurso de “identidad oaxaqueña”, amenazado por el peladaje que de seguro viene de Plutón y merece “todo el peso de la ley”, no importa que quienes la aplican sean las entidades más ilegales de Oaxaca: Ejecutivo, Congreso, policías, jueces. (¿O quién va a responder por el “escarmiento” criminal a Emeterio Merino Cruz?).

Ahora hay una Guelaguetza popular a la que los administradores de la fiesta patronal (del patrón) dedican toda su furia represora, y sólo por reclamar su sitio. Es posible que Ruiz Ortiz sea el último “señor” de la Guelaguetza hechiza; no puede prescindir de cercos granaderiles y militarización de caminos para salir al baile: esa “fiesta” que con el trasfondo de una masa real de comunidades indígenas engalanadas y con plumas se esperaba que sirviera de pasarela a las niñas ricas, disfrazadas a su vez de indias, ante gobernadores que más parecen capos en su hacienda.

Quién iba a decir que esta celebración/espectáculo se convertiría en álgida reivindicación popular. Con toda su carga simbólica y mitificable, los Lunes del Cerro ya no serán lo que fueron. Resulta que la Guelaguetza muerde, y desnuda al poder que la creyó suya.

Original post by Eratóstenes Horamarcada

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Oaxaca: se renueva la represión

July 23rd, 2007 Posted in Oaxaca No Comments »

Agencia Periodística del Mercosur
19 de julio de 2007

Se reorganiza la tensión entre la fuerza policíaca y la oposición al gobernador Ulises Ruiz. La última reprimenda fue iniciada por militares vestidos de civil y los detenidos salvajemente castigados.

Al sur de México, más precisamente en la ciudad de Oaxaca, el clima tenso sigue vigente luego de que medio centenar de personas resultaran lesionadas y seis vehículos incendiados. Las denuncias realizadas posteriormente confirmaron que fueron militares vestidos de civil los que iniciaron el enfrentamiento el lunes pasado.

El panorama se renueva en agresiones después de 7 meses en que la ciudad fuera escenario de una fuerte crisis social. El portavoz de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), Florentino López, aseguró que en el enfrentamiento hubo cuarenta lesionados de su organización y explicó que las lesiones fueron consecuencia de los golpes con piedras y macanas o intoxicados por gases lacrimógenos.

Cuando se habla de que los ataques comenzaron con gases, piedras y balas arrojados hacia los manifestantes, se habla de militares vestidos con ropas negras como los que iniciaron este accionar, que se produjo cuando integrantes y simpatizantes intentaban llegar al Cerro el Fortín, donde se realiza la fiesta tradicional de la zona por el culto a la virgen del Carmen.

En este sentido, distintas organizaciones sociales e integrantes de la APPO testificaron que ese hecho fue el resultado de un acto planeado con anterioridad. Y en un comunicado que esta organización hizo público se cifra que hasta el momento existen 76 personas detenidas, más de 40 lesionadas y dos muertos, auque se deja en claro que los datos están en corroboración.

La APPO reúne a más de 300 organizaciones que el año pasado se agruparon para apoyar las demandas laborales de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, integrado por maestros y trabajadores del sistema educativo nacional mexicano.

La misma organización señala que la reprimenda obedece a un plan diseñado para detener la ofensiva del pueblo oaxaqueño organizado, al mismo tiempo que aseguró representar con su manifestación a la virgen, una versión alternativa y popular de ese festejo, frente a la comercial.

El lunes los manifestantes marcharon para llegar a la elevación que domina el centro de la ciudad, 466 kilómetros al sureste de la capital y cabecera del estado homónimo con el propósito de simbolizar la “Guelaguetza popular”, anunciada desde semanas atrás. El Fortín es el cerro más emblemático de toda Oaxaca, allí se encuentra una figura monumental de Benito Juárez.

Fue allí cuando 500 policías y soldados bajo la consigna “no los vamos a dejar pasar”, cerraron el paso obligado, para el festejo e imprimieron sobre la manifestación la violencia con gases lacrimógenos. La represión fue justificada por la fuerza policial, a partir de asegurar que APPO fue la primera en manifestar agresión física, cuando luego las versiones aseguraron lo contrario.

Casi cuatro horas fueron el marco, de al menos 6 encontronazos a lo largo de poco más de un kilómetro de la avenida Héroes de Chapultepec, concluidos tras una copiosa lluvia que según aseveran calmó los ánimos.

Los policías arrasaron con todo, incluso con algunos periodistas de Canal 11, así como con Alondra Olivera, de Marca; Blanca Hernández, de La Jornada; Román Velasco, de Noticias; Luis Alberto Cruz, de Milenio; Carlos Leyva, de Radio Hit, y Jorge Carmona, del periódico Tiempo.

Luego de los enfrentamientos, la policía ministerial montó retenes en la Calzada Héroes de Chapultepec, donde revisó los camiones urbanos y los pasajeros se convirtieron en sospechosos que tenían que responder si eran “appos” o no. Una mano manchada de negro suponía la sospecha de haber tirado piedras y la justificación necesaria para la detención.

En referencia a la descomedida represión que las autoridades federales, ejercieron en la ciudad durante el año pasado en el estallido social, las organizaciones civiles demandan a las autoridades que eviten una segunda masacre.

Hace un mes, los maestros, que forman el grueso de la APPO, volvieron a ocupar como en 2006, la plaza central de la localidad para exigir mejoras laborales.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), respecto de los acontecimientos de 2006 consideró que fue excesivo y desproporcionado el uso de la fuerza pública para poner fin a la huelga magisterial que durante meses enfrentó en esa región a protestantes y autoridades estatales. Así mismo, señaló que la policía ministerial y preventiva del estado, así como la Federal Preventiva y el Ejército son responsables de la muerte de 12 personas, detenciones arbitrarias, entre otros abusos.

El Consejo Estatal de la APPO que instalado durante 2006, prioriza los temas de la reorganización de la Asamblea Popular y las movilizaciones pacíficas, se declaró en sesión permanente y demandó a la Secretaría de Gobernación por la reinstalación de una mesa de diálogo que detenga la renovada campaña represiva, con el objetivo primordial de solucionar el conflicto en todo el estado de Oaxaca.

El gobernador del distrito, Ulises Ruiz, declaró estar abierto a las pláticas, a fin de lograr acuerdos, pero la respuesta continuó con la afirmación de que su administración no va a dudar en aplicar todo el peso de la ley sobre los detenidos durante el enfrentamiento del pasado lunes, quienes fueron golpeados, rapados, vendados en los ojos e hincados, para luego ser trasladados a los cuarteles policíacos.

Original post by Eratóstenes Horamarcada

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Oaxaca: se renueva la represión

July 23rd, 2007 Posted in Oaxaca No Comments »

Agencia Periodística del Mercosur
19 de julio de 2007

Se reorganiza la tensión entre la fuerza policíaca y la oposición al gobernador Ulises Ruiz. La última reprimenda fue iniciada por militares vestidos de civil y los detenidos salvajemente castigados.

Al sur de México, más precisamente en la ciudad de Oaxaca, el clima tenso sigue vigente luego de que medio centenar de personas resultaran lesionadas y seis vehículos incendiados. Las denuncias realizadas posteriormente confirmaron que fueron militares vestidos de civil los que iniciaron el enfrentamiento el lunes pasado.

El panorama se renueva en agresiones después de 7 meses en que la ciudad fuera escenario de una fuerte crisis social. El portavoz de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), Florentino López, aseguró que en el enfrentamiento hubo cuarenta lesionados de su organización y explicó que las lesiones fueron consecuencia de los golpes con piedras y macanas o intoxicados por gases lacrimógenos.

Cuando se habla de que los ataques comenzaron con gases, piedras y balas arrojados hacia los manifestantes, se habla de militares vestidos con ropas negras como los que iniciaron este accionar, que se produjo cuando integrantes y simpatizantes intentaban llegar al Cerro el Fortín, donde se realiza la fiesta tradicional de la zona por el culto a la virgen del Carmen.

En este sentido, distintas organizaciones sociales e integrantes de la APPO testificaron que ese hecho fue el resultado de un acto planeado con anterioridad. Y en un comunicado que esta organización hizo público se cifra que hasta el momento existen 76 personas detenidas, más de 40 lesionadas y dos muertos, auque se deja en claro que los datos están en corroboración.

La APPO reúne a más de 300 organizaciones que el año pasado se agruparon para apoyar las demandas laborales de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, integrado por maestros y trabajadores del sistema educativo nacional mexicano.

La misma organización señala que la reprimenda obedece a un plan diseñado para detener la ofensiva del pueblo oaxaqueño organizado, al mismo tiempo que aseguró representar con su manifestación a la virgen, una versión alternativa y popular de ese festejo, frente a la comercial.

El lunes los manifestantes marcharon para llegar a la elevación que domina el centro de la ciudad, 466 kilómetros al sureste de la capital y cabecera del estado homónimo con el propósito de simbolizar la “Guelaguetza popular”, anunciada desde semanas atrás. El Fortín es el cerro más emblemático de toda Oaxaca, allí se encuentra una figura monumental de Benito Juárez.

Fue allí cuando 500 policías y soldados bajo la consigna “no los vamos a dejar pasar”, cerraron el paso obligado, para el festejo e imprimieron sobre la manifestación la violencia con gases lacrimógenos. La represión fue justificada por la fuerza policial, a partir de asegurar que APPO fue la primera en manifestar agresión física, cuando luego las versiones aseguraron lo contrario.

Casi cuatro horas fueron el marco, de al menos 6 encontronazos a lo largo de poco más de un kilómetro de la avenida Héroes de Chapultepec, concluidos tras una copiosa lluvia que según aseveran calmó los ánimos.

Los policías arrasaron con todo, incluso con algunos periodistas de Canal 11, así como con Alondra Olivera, de Marca; Blanca Hernández, de La Jornada; Román Velasco, de Noticias; Luis Alberto Cruz, de Milenio; Carlos Leyva, de Radio Hit, y Jorge Carmona, del periódico Tiempo.

Luego de los enfrentamientos, la policía ministerial montó retenes en la Calzada Héroes de Chapultepec, donde revisó los camiones urbanos y los pasajeros se convirtieron en sospechosos que tenían que responder si eran “appos” o no. Una mano manchada de negro suponía la sospecha de haber tirado piedras y la justificación necesaria para la detención.

En referencia a la descomedida represión que las autoridades federales, ejercieron en la ciudad durante el año pasado en el estallido social, las organizaciones civiles demandan a las autoridades que eviten una segunda masacre.

Hace un mes, los maestros, que forman el grueso de la APPO, volvieron a ocupar como en 2006, la plaza central de la localidad para exigir mejoras laborales.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), respecto de los acontecimientos de 2006 consideró que fue excesivo y desproporcionado el uso de la fuerza pública para poner fin a la huelga magisterial que durante meses enfrentó en esa región a protestantes y autoridades estatales. Así mismo, señaló que la policía ministerial y preventiva del estado, así como la Federal Preventiva y el Ejército son responsables de la muerte de 12 personas, detenciones arbitrarias, entre otros abusos.

El Consejo Estatal de la APPO que instalado durante 2006, prioriza los temas de la reorganización de la Asamblea Popular y las movilizaciones pacíficas, se declaró en sesión permanente y demandó a la Secretaría de Gobernación por la reinstalación de una mesa de diálogo que detenga la renovada campaña represiva, con el objetivo primordial de solucionar el conflicto en todo el estado de Oaxaca.

El gobernador del distrito, Ulises Ruiz, declaró estar abierto a las pláticas, a fin de lograr acuerdos, pero la respuesta continuó con la afirmación de que su administración no va a dudar en aplicar todo el peso de la ley sobre los detenidos durante el enfrentamiento del pasado lunes, quienes fueron golpeados, rapados, vendados en los ojos e hincados, para luego ser trasladados a los cuarteles policíacos.

Original post by Eratóstenes Horamarcada

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